Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

lunes, 16 de mayo de 2011

Bosquejo comparativo entre las concepciones de salud y terapéutica tradicional de Mesoamérica y Asia. Alfonso J. Aparicio Mena.

Las teorías sobre el origen del ser humano en América plantean distintos interrogantes. Podemos reconstruir la antigüedad a partir de restos de yacimientos arqueológicos. Podemos basarnos en el estudio biológico de los tipos humanos. Podemos escuchar lo que sobre su origen opinan los representantes de los pueblos indígenas. Aquéllas serían teorías basadas en el estudio y en los métodos específicos de tales ciencias. La explicación de los representantes de los pueblos originarios se encuadraría dentro de lo que llamamos simbolismo al hacer referencia a aspectos relacionados con sus creencias y su cosmovisión (mitos) llegados al presente a través de la tradición. Podemos situarnos, para intentar tener una respuesta, en medio de la polémica que enfrenta a defensores de: naturaleza-biología-genética, con su línea explicativa del ser humano, de su organización, de su progreso y experiencia existencial (incluida la cultura, o aspectos relevantes de ella) con partidarios del enfoque estrictamente cultural quienes afirman que la existencia (lo que vivimos y consideramos que somos o entendemos a partir de lo que percibimos) es una creación permanente que hacemos en nuestra mente mediante la representación, y que todo es simbólico existiendo en la medida en que es conocido. Podemos usar el buen juicio y valorar el aporte de las distintas ciencias (naturales y sociales) excluyendo dudosas y peligrosas finalidades a priori. Al final, lo que hacemos es nadar en un mar de palabras. Nos movemos por los entresijos del lenguaje, circulando de teoría en teoría. Pero no queda otro remedio si queremos dar satisfacción al entendimiento, trabajando para aproximarnos a la verdad. Así es que, a falta de una única explicación conteniendo toda la verdad, o simpatizamos con lo que nos parezca más coherente y razonable o cada cual se decantará por la línea explicativa más de acuerdo con sus ideas y su formación. Aquí, en el tema que tocamos, el enfoque más acertado es el de la antropología articulando lo cultural y lo biocultural, ya que puede abarcar bastante al estudiar las tradiciones y el elemento humano (lo que es o se considera que es, y lo que hace) de las distintas culturas como elementos vivos (hoy) provenientes del pasado, capaces de proporcionarnos una idea (aproximada) de lo que fueron los orígenes. La tradición, relacionada con lo cultural; y el elemento humano (en conjunto) con lo biocultural. Peter Brown distingue entre antropología cultural y antropología biocultural. La primera estaría ligada a las ciencias sociales (psicologíasociologíalengua). La segunda, más en relación con las ciencias naturales y humanas. La antropología biológica estudiaría aspectos del ser humano como animal racional (Brown 1998). Para Leslie White, por ejemplo, cultura es lo que el ser humano hace y produce a partir de la energía motriz (vital) que extrae de la naturaleza (White 1964). L White es uno de los representantes de la Ecología Cultural. Hay otras opiniones, con otros tantos enfoques.
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