Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

viernes, 15 de agosto de 2014

Creación de un espacio intercultural inspirado en el temazcal tradicional oaxaqueño


Autores: Alfonso J. Aparicio (Antropólogo de la salud y Docente. Investigador) – Boris Aparicio (Estudiante de Arquitectura y Antropología. Investigador).

El presente artículo pertenece a la ponencia que los autores expusieron en el X Congreso Internacional de Arquitectura de Tierra (X CiaTTI 2013) Cuenca de Campos, provincia de Valladolid; publicado en:"Construcción con tierra, Pasado, Presente y Futuro" - Congreso de Arquitectura de Tierra en Cuenca de Campos 2012

Coordinadores: Félix Jové Sandoval. José Luis Sáinz Guerra.
ISBN: 978-84-616-3485-9
D.L.: VA 257-2013
Impreso en España
Abril de 2013
Publicación online.

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción.

RESUMEN
Las relaciones entre países y culturas a lo largo y ancho del mundo suponen en la actualidad la posibilidad de sumar conocimientos y experiencias provenientes de tradiciones y gentes distintas a las de nuestros lugares de origen.
Queremos reflejar en este trabajo el valor de la interculturalidad desde una aproximación arquitectónica y antropológica, la conjunción de dos culturas materializada en una construcción cargada de simbolismo: el temazcal mesoameriacano. En su origen, significa muchas cosas, una de ellas: la regeneración físico-simbólica de la persona. Se trata de una construcción cupular en tierra, de tamaño variable, que se calienta para producir vapor a partir de agua con plantas. Este baño de vapor tiene efectos de bienestar sobre el cuerpo y sobre los constituyentes no físicos de la persona. Regenera, limpia, desbloquea, hace “morir” una parte del ser y “nacer” otra.
A partir de esas ideas originarias hemos querido construir un espacio parecido en un contexto sociocultural distinto (el nuestro, occidental), con el fin de aprovechar sus ventajas para la salud y para el bienestar físicos. Pero también para provocar, a través de la experiencia, sensaciones variadas que nos permitan regenerar las partes de nuestro interior más afectadas por el estrés de la vida cotidiana en nuestro medio occidental.

PONENCIA

1.- Introducción (aclaraciones, objetivos, métodos…)
Empezaremos comentando e intentando aclarar un aspecto importante: entendemos por “espacio intercultural” el contexto (físico social y cultural) resultante de interacciones de personas pertenecientes a distintas colectividades y tradiciones.
Es necesario que la cultura 1 y la cultura 2 estén en contacto el suficiente tiempo para que surja y se desarrolle la cultura 3. Aquí hablaríamos de una interculturalidad “natural”. Pero entendemos que el hecho de la interculturalidad también nace del deseo, personal o colectivo, de juntar o articular convenciones diferentes. En esta ocasión, la interculturalidad resultante proviene de un plan. Es el caso aquí expuesto y explicado.
Quisimos, pues, articular una convención originaria relacionada con el bienestar y la salud (el baño ritual temazcal) con otra, la nuestra, occidental.
Nos interesamos por este proyecto,
a)    Porque conocíamos previamente el temazcal oaxaqueño así como sus simbolismos, a raíz de varias estancias en Mesoamérica trabajando en un estudio sobre etnomedicinas locales.
b)    Porque, tanto el soporte físico (construcción) como la información asociada tienen (en el temazcal originario) una relación estrecha con la tierra. El temazcal como edificio se suele construir con adobes y, como baño ceremonial, está ligado a la “madre tierra”, pero también al “fuego purificador”, al agua (vapor) y al aire-viento (movimientos del calor y del vapor). En el contexto originario, tierra, agua, fuego y aire tienen la doble visión física (sensorial) y simbólica.
c)    Porque nos pareció (fuera del estricto simbolismo originario) un medio válido y útil en nuestro contexto occidental beneficioso para la salud y bienestar, visto ya como baño culturalmente transformado.
Nuestros objetivos específicos fueron:
a)    Recrear un temazcal oaxaqueño
b)    Articularlo tanto física como simbólicamente con nuestro pensamiento occidental y nuestro concepto del relax y del bienestar
c)    Utilizarlo para el ocio y/o como complemento de la salud
En una conjunción de aspectos culturales diferentes, hay que tener muy en cuenta el respeto de los unos por los otros; de lo contrario, podemos caer en actitudes etnocentristas, desembocando en el colonialismo cultural y el apropiamiento de lo que no nos pertenece.
Nuestro ensayo no pretende reproducir la convención originaria del baño ritual mesoamericano. Se trata de una manera distinta de concebir el bienestar del vapor, combinando elementos tradicionales y étnicos diversos.
Según Clifford Geertz (1990) las culturas sólo pueden-deben ser explicadas por sus protagonistas, es decir, aquéllos que las crean y viven. Por ello, no nos corresponde a nosotros explicar los significados simbólicos locales del baño ritual. Volcar en estas líneas las referencias amplias de los originarios consumiría excesivo espacio y se alejaría del tema específico del trabajo. Algo expondremos, no obstante, pero remitimos al lector a nuestras publicaciones (ver bibliografía):
-    Cultura tradicional de salud y etnomedicina en Mesoamérica
-    La limpia en las etnomedicinas mesoamericanas
-    The limpia in the mesoamerican ethnomedicines
-    El temazcal en la cultura tradicional de salud y en la etnomedicina mesoamericanas
De otros autores, destacamos la obra de Jacques Galinier (ver bibliografía).
Siguiendo a Clifford Geertz (1990), nos corresponde a nosotros explicar nuestro proyecto. Dado que confluyen en él dos disciplinas, la arquitectura y la antropología de la salud, creemos que, sin ánimo de hacer particiones inconexas, es bueno que dediquemos una parte de la explicación al temazcal como construcción y otra al temazcal como baño y sus simbolismos.
En cuanto a los métodos, teníamos que conjugar dos aspectos:
a)    El acercamiento comprensivo al temazcal originario.
b)    El proceso constructivo
La aproximación a la comprensión del temazcal original se hizo a través de la etnografía, método antropológico por excelencia que, junto con la específica OP (observación participante, propia del trabajo de campo) constituyeron las grandes herramientas para indagar y obtener la información sobre el contexto estudiado.
Las estancias previas en Mesoamérica nos permitieron disponer de esa información. En la etnografía, cabe tanto la perspectiva ethic (datos e informaciones obtenidos por procedimientos verificacionistas) como la emic (punto de vista del protagonista de la cultura estudiada, sus relatos de experiencia).
El conocimiento del proceso constructivo nos ayuda a identificar rasgos de las referencias originarias a considerar en el nuevo proyecto. La materialización del mismo la llevamos a cabo, pues, siguiendo orientaciones de ejecución para el uso del adobe así como referencias de informantes sobre la construcción de un temazcal tradicional mesoamericano.

2.- El temazcal físico (la construcción)
El temazcal es el baño de vapor ceremonial-terapéutico de Mesoamérica. De origen prehispánico, se utilizaba principalmente para las parturientas después de dar a luz. La finalidad: limpiar a la mujer de la suciedad (simbólica) y elementos residuales del parto (Aparicio, 2008).
Impulsado como elemento de la cultura maya, fue acogido por el resto de pueblos con que éstos tuvieron contacto, de tal modo que, hoy día, podemos ver referencias por todos los territorios mexicanos, especialmente en Oaxaca y Chiapas1.
Si bien su finalidad se ha mantenido inalterada a lo largo del tiempo, la materialización de este  elemento como recinto cubierto, habitáculo o edificio se nos presenta como una realidad muy diversa.
No existen unas constantes formales que definan cómo es o ha de ser un temazcal. Sin embargo, ya sea en planta circular, cuadrada o rectangular, levantada en más o menos tiempo con piedra, adobe, madera o caña y resuelta su cubrición de un modo u otro, siempre permanecen presentes en la comprensión del temazcal unas condiciones que nos permiten hablar  de una tipología de temazcal. Éstas serían:
a)    Configuración de un único espacio, oscuro.
b)    Con un único acceso, reducido, orientado hacia el Norte2.
c)    Ubicación de una fuente de calor en contacto con piedras de gran inercia térmica (por lo general de origen volcánico, sólamente o en combinación con cantos rodados) que alcanzan y mantienen grandes temperaturas y, al arrojar agua sobre ellas, desprenden el vapor en el interior del temazcal.
d)    Salida de humos procedentes de la combustión.
En nuestro caso, hablamos de un emplazamiento exterior vinculado a una vivienda, en la localidad de Villaconancio de Cerrato (Palencia).

En primer lugar, tuvimos que escoger el sitio y preparar el suelo para la ejecución de una pequeña cimentación en forma de solera. Una vez ejecutada ésta, comenzamos el proceso de construcción con la ofrenda de cacao, tal como señala la tradición mesoamericana3.


Fig. 01. Acto de la ofrenda del cacao. Fuente: Boris Aparicio.

Nosotros hemos optado por la formalización en planta circular, como referencia al torito o la yurte siberiana (Aparicio, 2008).


Como material, hemos empleado la tierra propia del territorio donde se halla emplazado, siguiendo también los consejos de informantes locales. Los muros, cuentan con unos 30 cm de espesor en forma de adobes unidos con mortero de barro y paja.
A nivel estructural, se trata de una falsa cúpula, por aproximación de hiladas, apoyada sobre un tambor cilíndrico. Barajamos otras soluciones para la cubierta pero, por economía de medios así como por sencillez de ejecución, unido a la integridad que supone el hecho de ser un único elemento continuo que se continúa y termina cerrando, elegimos finalmente la opción que hemos señalado.



Fig. 02. Croquis del temazcal tratado. Fuente: Boris Aparicio y Alfonso Aparicio.

Pese a la forma circular, que invita a intuir la ubicación de la fuente de calor en el centro del espacio interior, hemos situado ésta, siguiendo las indicaciones de Dª Norma (Aparicio, 2008), fuera del habitáculo, evitando así la presencia de humo y ceniza sin necesidad de abrir un óculo en la parte superior.
Tenemos por lo tanto un cuerpo sólido de tierra que recuerda a un iglú, con dos aperturas, ambas adinteladas y a ras de suelo. La primera, el acceso (orientado al Norte) y la segunda, enfrentada, una pequeña ruptura de la continuidad de la tierra para la ubicación de las piedras volcánicas a modo de porción de muro practicable (para la sustitución periódica de dichas piedras, 51 concretamente4) que desde fuera recibe el calor del fuego y desde dentro el agua para producir el vapor.
La duración de la ejecución del temazcal fue de 9 días5


Fig. 03 y 04. Secuencia del proceso de construcción del temazcal. Fuente: Boris Aparicio y Alfonso Aparicio.


3.- El temazcal como baño y sus simbolismos.
El temazcal como baño ceremonial en su contexto originario se relaciona directamente con los mundos de creencias y con los modos de entender y atender en salud-bienestar.
Dicho baño viene a ser una “limpia” especial. La “limpia”, nos dicen los locales mesoamericanos, es un procedimiento por el que se eliminan al cliente o paciente “residualidades tóxicas” en el plano físico, en el psíquico, en el emocional, en el “espiritual”, en el “energético” y en otros. Se pueden pasar o frotar determinadas plantas (ramos de pirul, ramos de romero,…) alrededor de la persona; se pueden pasar huevos; se puede sahumar con copal e inciensos diversos; se puede envolver en vapor de cera derretida, etc. Con éstos y otros procedimientos y medios, el “mal” es eliminado.
En el temazcal, visto como tipo especial de “limpia”, la parte negativa de quienes entran, relacionada con las distintas adherencias tóxicas, “muere”. Cuando aquéllos salen, lo hacen como personas nuevas. En las tradiciones ancestrales se compara el temazcal con un gran útero en el que se gestan los cambios para renacer.
El fuego, el agua (vapor), los ramos de plantas para frotarse, los cánticos y rezos del conductor o la conductora de la ceremonia y los movimientos diversos dentro del habitáculo (movimientos del vapor, movimientos interiores de las personas) son los activadores del proceso de transformación.
En el Códice Florentino (Sahagún, 1994) se habla del temazcal como medio de limpieza “especial” de la madre tras el parto. López Austin (1997) señala que en las tradiciones mesoamericanas, la concepción y gestación se veían dentro de las esferas conceptuales de lo pecaminoso. Por ello, cuando la parturienta daba a luz, era conveniente “limpiarla”. El baño ceremonial era el medio indicado para eliminar la “suciedad” simbólica y la física.
Hay relación entre los simbolismos del juego de pelota y el temazcal. Existen restos arqueológicos de temazcales junto a las canchas (sitio de Tenango del Valle de México, el temazcal en este caso de base cuadrada).
Se tienen sensaciones diferentes cuando uno entra en un temazcal operativo de la tradición indígena actual y cuando uno se sienta en la base de lo que fue un temazcal nahua. El contacto con los restos arqueológicos arrastra la imaginación al pasado. La vivencia del vapor ceremonial es una sucesión de sensaciones de desprendimiento y alivio (en palabras de los informantes y según nuestra experiencia).
Al idear nuestra construcción quisimos acercarnos más a experiencias saludables y relajantes que a vivencias y simbolismos amerindios.
En un encuentro intercultural nace un estándar cultural nuevo que tiene parte de las tradiciones que convergen y que a su vez traza rumbos diferentes con esos previos culturales. Cuando la nueva “convención” es resultado de un plan, se impone (se debe imponer) primero el respeto por las culturas que se juntan, y segundo la construcción y definición de la nueva identidad cultural.
Para lo primero ya hemos aclarado que sería un acto etnocentrista subyugar una tradición a otra. Para lo segundo, completar a lo ya dicho que nuestro baño de vapor pretende además de ayudar a crear experiencias saludables (sudoración por la que se eliminan sales residuales, reblandecimiento de tensiones y contracturas musculares, mejora de la movilidad articular, etc), activar la imaginación a través del recogimiento en un espacio reducido y oscuro; o simplemente “desconectar”, por unos momentos, a quien lo experimenta, de problemas, tensiones, ajetreos y estrés (físicos, mentales y emocionales) de la vida diaria.
Después del baño (e incluso durante el mismo) conviene remineralizarse con bebidas isotónicas. En mesoamérica, cuando se sale del temazcal, se suele descansar unos 20 minutos sobre esterillas, cubiertos con una manta, además de tomar un té de hierbas remineralizante. Se trata de un puente de tránsito simbólico y físico. A nivel simbólico, la persona se va uniendo a la “energía” que dirige el espacio de la cotidianeidad. A nivel físico, el cuerpo se adapta a su medio habitual.
Desde nuestra óptica añadiríamos que ese pequeño descanso ayudaría a acomodar al medio la temperatura corporal además de la presión arterial.

4.- Conclusiones.
No nos resultó fácil en un principio casar y articular tradiciones culturales y constructivas mesoamericanas, locales cerrateñas y tecnocientíficas.
A ello hubo que unir la armonización de dos disciplinas diferentes (antropología y arquitectura) con modos de ver distintos. La flexibilidad y el diálogo fueron claves de entendimiento. La confianza y el reparto de tareas también. No obstante, hubo puntos de diferencia que generaron su tensión.
Antropológicamente hablando, valoramos no sólo la interculturalidad resultante de la confluencia de tradiciones diferentes sino también el modo de resolver los problemas y conseguir un resultado con la interdisciplinariedad. En toda novedad hay que idear y ensayar modos y maneras de hacer también nuevas.
Nuestro proyecto despertó desde el principio curiosidad e interés tanto en nuestra tierra como en México. Socioculturalmente hablando, creemos que el trasvase de contenidos entre tradiciones diferentes es enriquecedor, aporta visión de otros ámbitos y contextos del “desarrollo” humano y ayuda a crear experiencias distintas, sobre todo cuando éstas tienen relación con el bienestar. La cerrazón y la falta de tolerancia impiden, a nuestro juicio, que la gente avance en armonía.


La apertura a la interculturalidad enriquece, en nuestra opinión, sobre todo cuando se construye sobre los pilares del respeto y de intercambios no colonizadores.




Fig. 05. Vista exterior del temazcal con los autores del mismo. Fuente: Boris Aparicio 
 


Citas y notas
1.    En otros pueblos amerindios, de Norteamérica, existen las llamadas sueat houses, “casas de sudor”.
2, 3, 4, 5. Según Dª Norma.

Agradecimientos
A la terapeuta de temazcal Dª Norma Yescas (Tutla, Oaxaca) por sus orientaciones. A Adobera del Norte (Amayuelas de Abajo, Palencia) por su asesoramiento, y al resto de nuestros informantes tanto americanos como castellanos.

Bibliografía
APARICIO, Alfonso J.
- “El temazcal en la cultura tradicional de salud y en la etnomedicina mesoamericanas”. En Gaceta de antropología, nº 22, art. 16. Universidad de Granada, 2006.
- Cultura tradicional de salud y etnomedicina en Mesoamérica. Trafford Publishing. Alberta (Canadá), 2008.
APARICIO, Alfonso J., DI LUDOVICO, Francesco.
- La limpia en las etnomedicinas mesoamericanas. Ed. Académica española, 2012.
- The limpia in the mesoamerican ethnomedicines. Bubok Publishing, 2013.
GALINIER, Jacques. La moitié du monde. Le corps et le cosmos dans le rituel des indiens otomi. Presses universitaires de France. Paris, 1997.
GEERTZ, Clifford. La interpretación de las culturas. GEDISA. Barcelona, 1990
HOUBEN, Hugo, GUILLAUD, Hubert. Earth construction. A comprensive guide. ITDG Publishing, 2005.
LÓPEZ AUSTIN, Alfredo. Les paradis de Brume. Mythes et pensée religieuses des ancients mexicains. Ed. Maisonneuve et Larose. Paris, 1997.
MINKE, Gernot. Manual de construcción para viviendas antisísmicas de tierra. Forschungslabor für Experimentelles Bauen, Universidad de Kassel (Alemania), 2005.
PONGA, J. Carlos, RODRÍGUEZ, Mª Araceli. Arquitectura popular en las comarcas de Castilla y León. Junta de Castilla y León, 2003.
SAHAGÚN, Bernardino. Historia General de las cosas de Nueva España (Códice Florentino). Ed. Facsímil, nº 0238/3000, de la Biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia. Club internacional del libro. Madrid, 1994.
VVAA. Turismo de tierra en Castilla y León. 1º Congreso Internacional de Arquitectura sostenible. Valladolid, 2009.