Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

jueves, 8 de septiembre de 2011

SALUD REPRODUCTIVA INDÍGENA (I). Dos documentos de fuentes distintas.

Vamos a presentar tres artículos sobre la salud alrededor de la concepción, el embarazo y el parto en mujeres de grupos originarios de distintos países iberoamericanos. El primero de la serie corresponde a dos documentos realizados por fuentes distintas alrededor del tema antes mencionado. El segundo será la opinión de personas que trabajan en ese terreno; y el tercero serán explicaciones de experiencia de médicos tradicionales indígenas, especialmente de parteros.


Declaración de Ministras y Ministros de América Latina sobre Salud Sexual y 
Reproductiva Intercultural para Mujeres Indígenas, Lima, 30 Junio 2011
1
SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA INTERCULTURAL: POR LA REDUCCIÓN 
DE LAS MUERTES MATERNAS EN MUJERES INDÍGENAS
30 Junio 2011

Reunidas Ministras y Ministros de salud y sector social de diversos países de América 
Latina a fin de analizar los avances  y desafíos en salud  sexual y  reproductiva
intercultural y, particularmente en salud materna, con el fin de mejorar el acceso de 
las mujeres indígenas a los servicios de salud, y contribuir con ello a la reducción de la 
muerte materna en la región, manifiestan lo siguiente:
CONSIDERANDO
Que tanto en la Subregión Andina como en Centroamérica se registran niveles 
inaceptablemente altos de mortalidad materna en mujeres indígenas, especialmente 
en las comunidades indígenas y muchas de esas muertes se producen por causas 
evitables.
Que el acceso  universal  a la salud sexual y  reproductiva,   forma parte del derecho 
humano a la salud y constituye  uno de los objetivos del Programa de Acción de la 
Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (El Cairo 1994) y una de las 
metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 
Que, a pesar de los avances logrados, aún persisten rezagos importantes en el logro 
del Objetivo 5 de Desarrollo del Milenio sobre reducción de la mortalidad materna en 
tres cuartas partes entre 1990 y 2015 y el logro de la cobertura universal del acceso a 
la salud reproductiva para 2015.
Que para seguir avanzando en el cumplimiento de este compromiso resulta necesario 
mejorar la calidad de los servicios de atención a la salud materna, especialmente los 
dirigidos a las mujeres indígenas, y para ello resultan clave los abordajes culturalmente 
sensibles, mediante modelos y normas de atención a la salud intercultural.
Que para lograr la meta de la reducción de las muertes maternas en América Latina y 
garantizar el acceso de las mujeres, especialmente las indígenas, a la información, a la
educación y a los servicios de salud, se requieren esfuerzos concertados entre diversos 
actores y de enfoques interinstitucionales e intersectoriales.
Que en la XII Reunión de la Comisión Andina de Salud Intercultural, celebrada en 
marzo del 2011 en La Paz, Bolivia, se acordó –entre otros- incorporar la salud materna 
con enfoque intercultural en el Plan Andino de Salud Intercultural. 
Que la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas 
(61/295) en sus artículos 23 y 24 reafirma el derecho de los pueblos indígenas a 
participar activamente en la elaboración y determinación de los programas de salud; a Declaración de Ministras y Ministros de América Latina sobre Salud Sexual y 
Reproductiva Intercultural para Mujeres Indígenas, Lima, 30 Junio 2011
2
sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud; y al acceso, 
sin discriminación alguna, a todos los servicios sociales y de salud.  Igualmente, 
reafirma que las personas indígenas tienen igual derecho a disfrutar del nivel más alto 
posible de salud física y mental y que los Estados tomarán las medidas que sean 
necesarias para lograr progresivamente que este derecho se haga plenamente 
efectivo.
Que el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, en su 5º periodo de sesiones, 
recomendó que todas las entidades competentes de las Naciones Unidas, (…), así 
como las organizaciones regionales de la salud y los gobiernos, incorporen plenamente 
una perspectiva cultural en las políticas y los programas sobre salud destinados a 
brindar a la mujer indígena una asistencia sanitaria de calidad, incluida la atención 
obstétrica de emergencia, una planificación voluntaria de la familia y una asistencia 
cualificada en el parto.
Que el Ministerio de Salud de Perú, junto con el Fondo de Población de las Naciones 
Unidas y el Organismo Andino de Salud, ORAS CONHU han convocado un encuentro 
regional con el fin de analizar los avances y desafíos en materia de salud  sexual y 
reproductiva intercultural, en el marco de una iniciativa en este campo que se ejecuta 
en cinco países de la región: Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras y Perú, con el 
auspicio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, 
AECID, y en colaboración con el Enlace Continental de Mujeres Indígenas, Región 
Sudamérica, Family Care International, FCI, el Centro Latinoamericano y del Caribe de 
Demografía, CEPAL/CELADE y el Organismo Andino de Salud - Convenio Hipólito 
Unanue, ORAS CONHU,  
DECLARAN
1. Resaltar la importancia de los programas, acciones y avances logrados en diversos 
países de la región en materia de salud  sexual y  reproductiva  en el marco del 
ejercicio de los Derechos  con enfoque intercultural, así como reforzar  el 
compromiso de nuestros países de garantizar el acceso oportuno y de calidad para
todas las mujeres, especialmente las mujeres indígenas, a los servicios de salud 
sexual y reproductiva, incluyendo la salud materna.
2. Promover el desarrollo e implementación de políticas públicas,  programas y 
acciones  orientadas a fortalecer el financiamiento, la infraestructura y 
equipamiento, así como las capacidades de los Recursos Humanos que faciliten el 
abordaje intercultural de la salud sexual y reproductiva con énfasis en salud 
materna.
3. Promover el reconocimiento, respeto, valoración y  preservación de la sabiduría 
ancestral en las prácticas de salud tradicional, alternativa/complementaria y 
biomédica.Declaración de Ministras y Ministros de América Latina sobre Salud Sexual y 
Reproductiva Intercultural para Mujeres Indígenas, Lima, 30 Junio 2011
3
4. Promover  y fortalecer el  vínculo de las entidades formadoras de los recursos 
humanos a las políticas públicas en salud, incorporando en sus currículas y diversos 
procesos de formación el enfoque intercultural con énfasis en la salud sexual y 
reproductiva.
5. Fortalecer la provisión de atención especial a las mujeres adolescentes y jóvenes
indígenas, en relación a sus necesidades de información, educación y servicios en 
salud sexual y reproductiva. 
6. Fortalecer la incorporación de las variables étnicas en los sistemas de información, 
socio demográficos y de salud de las instituciones gubernamentales, en particular 
sobre salud sexual y reproductiva. 
7. Promover procesos participativos con los pueblos indígenas en el diseño, 
desarrollo e implementación de políticas públicas en salud, en especial en las 
referidas a la salud sexual y reproductiva.
8. Fortalecer la coordinación de las instituciones de salud con las políticas nacionales 
para promover el avance de las mujeres, a fin de garantizar que las políticas de 
salud, especialmente las de salud sexual y reproductiva contemplen los 
condicionantes de género que limitan en las mujeres  el ejercicio pleno de sus 
Derechos Humanos fundamentales.
9. Propiciar el acercamiento al Consejo de Ministros de Salud de Centro América y al 
Sistema Mesoamericano de Salud, para promover la coordinación y colaboración a 
favor de la salud de los pueblos indígenas.
10. Instar a los organismos de cooperación internacional en particular al Fondo de 
Población de las Naciones Unidas, UNFPA, y a la Agencia Española de Cooperación 
Internacional al Desarrollo, AECID,  así como al Organismo Andino de Salud  –
Convenio Hipólito Unanue, ORAS CONHU, CEPAL/CELADE, Family Care 
International y Enlace Continental de Mujeres Indígenas/CHIRAPAQ a continuar su 
apoyo a los procesos nacionales y regionales tendientes a mejorar la normativa y 
los servicios de salud intercultural en los países involucrados en esta iniciativa 
(Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras y Perú); así como  en  los otros países 
invitados a este evento: Chile, Colombia y Venezuela. 
Dada en la ciudad de Lima, Perú, el treinta de junio de dos mil once.
___________________________
Dr.  Oscar Ugarte
Ministro de Salud, Perú
___________________________
Dr. Ludwig Ovalle Cabrera 
Ministro de Salud, Guatemala Declaración de Ministras y Ministros de América Latina sobre Salud Sexual y 
Reproductiva Intercultural para Mujeres Indígenas, Lima, 30 Junio 2011
4
___________________________
Dra.  Nila Heredia
Ministra de Salud, Bolivia
___________________________
Dr. David Chiriboga
Ministro de Salud, Ecuador
___________________________
Dra. Maria Fernanda Espinoza
Ministra Coordinadora de Patrimonio
Ecuador
___________________________
Sr. Alberto Camaqui
Viceministro de Medicina Tradicional e 
Interculturalidad, Ministerio de Salud y 
Deportes, Estado Plurinacional de Bolivia
___________________________
Dr. Jesús Raidán Bernabé
Director de Salud Indígena
Ministerio del Poder Popular para la Salud
República Bolivariana de Venezuela
___________________________
Sra. Silvia Palma
Viceministra de Hospitales 
Ministerio de Salud Pública y Asistencia 
Social, Guatemala
____________________________
José Carlos Vilcapoma Ignacio
Viceministro de Interculturalidad
Ministerio de Cultura, Perú
TESTIGOS:
___________________________
Sra. Marcela Suazo
Directora Regional 
América Latina y Caribe
Fondo de Población de las Naciones Unidas 
(UNFPA)
___________________________
Dra. Caroline Chang
Secretaria Ejecutiva
Organismo Andino de Salud Convenio 
Hipólito Unanue (ORAS CONHU)Declaración de Ministras y Ministros de América Latina sobre Salud Sexual y 
Reproductiva Intercultural para Mujeres Indígenas, Lima, 30 Junio 2011
5
___________________________
Dr. Adalid Contreras
Secretario General a.i.
Comunidad Andina, (CAN)
___________________________
Sra. Patricia Ramos
Representante de la Agencia Española de 
Cooperación para el Desarrollo (AECID)
___________________________
Sr. Dirk Jaspers
Director CELADE
Comisión Económica para América Latina
(CEPAL)
___________________________
Sra. Martha Murdock
Directora de Programas
América Latina y Caribe
Family Care International (FCI)
___________________________
Sra. Tarcila Rivera
Coordinadora 









Enlace Continental de Mujeres Indígenas 
Declaración de las Mujeres Indígenas de América Latina sobre Salud Reproductiva Intercultural

Lima, 30 de junio 2011

Nosotras, mujeres indígenas de las Américas  en  el marco del Encuentro Regional “Avances y Desafíos en Salud Materna Intercultural para Mujeres Indígenas de América Latina”, declaramos:

Somos mujeres indígenas de herencia milenaria que seguimos luchando junto a nuestros pueblos por lograr su autodeterminación.

Ratificamos nuestro compromiso con los valores y conocimientos culturales de nuestros pueblos, las enseñanzas y la recuperación de nuestros alimentos, medicina y conocimientos  ancestrales y modos de concebir la vida, que son los valores que nos diferencian del resto de las sociedades nacionales, comprometiéndonos a tomar en nuestras manos la instauración de instituciones propias que fortalezcan nuestros saberes y valores.

Valoramos los esfuerzos realizados hasta el momento por nuestras hermanas mayores, sabias y guías espirituales que vienen recorriendo un largo camino de luchas y desafíos, y reconocemos la importancia de las generaciones más jóvenes como dinamizadoras e impulsoras de la cultura e identidad indígena.

Ratificamos nuestro compromiso por lograr la “unidad en la diversidad”, abriendo y fortaleciendo los espacios logrados para mujeres jóvenes y niñas, para la renovación de los liderazgos, tomando en cuenta que ellas son el futuro de nuestros pueblos originarios.

Reconocemos que existen avances en los marcos jurídicos internacionales como el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, el Foro Permanente para Asuntos Indígenas de la ONU y la Relatoría Especial sobre los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los Pueblos Indígenas, además de la inclusión de acciones en los programas de diversos organismos del sistema de la ONU, como el UNFPA y otros.  

Somos conscientes del rol que juegan las organizaciones de la sociedad civil, en particular las organizaciones indígenas, en la formulación, implementación y monitoreo de las políticas, programas y acciones dirigidas a mejorar el acceso de las mujeres indígenas a la salud reproductiva y, en particular a la salud materna intercultural.

Reafirmamos la importancia de considerar el derecho al consentimiento previo, libre e informado y que este debe aplicarse en todos los ámbitos de la vida de los pueblos indígenas, incluyendo las políticas, programas y acciones en salud, salud reproductiva y salud materna.

Afirmamos  que se han alcanzado importantes avances en la reducción de la mortalidad materna en la región, sin embargo,  es aún   uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio más rezagados  y  para lograr cumplir con este objetivo en el año 2015 serán necesarios mayores esfuerzos y recursos para alcanzar la meta de reducción del 75% de las muertes maternas.

 POR TANTO RECOMENDAMOS:

A los Estados
a.      Encarar los problemas de acceso y calidad a los servicios de salud  tomando en cuenta las barreras lingüísticas y otras barreras culturales, trato discriminatorio, carencia de calidad humana de parte  de prestadores/as de servicio de salud hacia las usuarias y prácticas médicas agresivas.
b.      Incorporar la perspectiva de interculturalidad y derechos humanos en las políticas y programas de derechos a la salud, derechos  sexuales y   reproductivos particularmente en políticas y programas de salud materna, incluyendo la erradicación de las formas de violencia contra las mujeres indígenas en el ámbito doméstico y público.
c.       Desde un enfoque intercultural, promover la generación de recursos humanos propios en las comunidades indígenas para la atención en aspectos de salud, a través de la capacitación de promotoras, parteras y prestadores institucionales, de esa manera acceder al derecho del bienestar y la salud y vencer el maltrato y desconfianza.
d.      Promover que las organizaciones indígenas en particular de mujeres y jóvenes participen en la vigilancia comunitaria, regional y nacional de la calidad de los servicios de salud, con información y acceso a materiales formativos y educativos apropiados elaborados con su participación y que sean difundidos a través de medios de comunicación.
e.      Que en los centros de salud se incremente la atención diferenciada para jóvenes y niñas indígenas. Y que se amplíe a todas las etapas del ciclo vital.
f.        Promover la complementariedad de la medicina tradicional con la medicina occidental en establecimientos y servicios de salud, contar con personal indígena y bilingüe en los servicios de salud y  reconocer el aporte y conocimientos  de las parteras en el acompañamiento del proceso reproductivo, controles prenatales, parto, y puerperio. 
g.      Trabajar por la erradicación de la discriminación, racismo y violencia contra las mujeres indígenas en todos los niveles y formas incluyendo los ámbitos domésticos, comunales e institucionales como parte de los programas de salud.
 A LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES:
  1. Promover la participación de las mujeres indígenas en la construcción de mecanismos para el diseño, implementación, seguimiento, evaluación y control social de las políticas y servicios de salud, apoyándose en el Plan de Acción de Cairo, Beijing, Metas de Milenio y las Recomendaciones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
b.      Al Fondo de Población de las Naciones Unidas -UNFPA  continuar apoyando técnica y financieramente ésta y otras iniciativas de salud integral e intercultural con énfasis en salud sexual y reproductiva de las mujeres indígenas y ampliarlo a todos los  países de la región con población indígena; así como el empoderamiento de las mujeres indígenas para el ejercicio y exigibilidad de sus derechos.
c.       A la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, continuar apoyando técnica y financieramente los esfuerzos que tanto  las organizaciones indígenas como  los gobiernos han realizado para fortalecer el acceso y la calidad de los servicios de salud integral e intercultural con énfasis en salud sexual y reproductiva; así como el empoderamiento de las mujeres indígenas para el ejercicio y exigibilidad de sus derechos.
d.      Al Sistema de las Naciones Unidas, fortalecer y promover la participación activa y toma de decisiones de las mujeres indígenas en los diferentes espacios nacionales e  internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas.


Lima, 30 de junio de 2011.


Justa Cabrera, CNAMIB, Bolivia

Judyth Riveros, CNAMIB, Bolivia

Mariana Guasanía, CIDOB, Bolivia

Norma Mayo, CONAIE, Ecuador

Mariana Solorzano, CONAIE, Ecuador

Albertina Tzib, Comadrona de Cobán, Guatemala

Jelin Yadira Carranza, Comadrona de San Antonio Palopo, Sololá, Guatemala

Tarcila Rivera, Coordinadora General del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, CHIRAPAQ, Perú

Nelly Marcos, ONAMIAP, Perú

Clelia Rivero, ONAMIAP, Perú

Melania Canales, ONAMIAP, Perú

Dauriana Ramos Maynas, FECONADI, Perú

Eva Gamboa, Coordinación Enlace Región Sudamérica, CONAMI, Argentina

Cleotilde Cu Caal, Defensoría dela Mujer Indígena, Guatemala

Angelina Aspual, Asociación Feminaza para el Desarrollo de Sacatepequez

Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas Garífunas y Xincas, Honduras


Se adhieren a esta Declaración:

jueves, 1 de septiembre de 2011

Creencias y tradiciones locales se fusionan en la celebración de la fiesta patronal repercutiendo positivamente en el bienestar y la salud de los participantes (a nivel individual y a nivel colectivo). Apunte antropológico.

(Texto y fotos: A.Aparicio. Prohibida la reproducción sin permiso expreso del autor).


En el mundo actual, algunas tradiciones, ligadas o no a las creencias, están cambiando o desapareciendo. En el corazón de Castilla aún hay pueblos pequeños con muy pocos habitantes. Dichas localidades se llenan en verano con gentes diversas: descendientes de antiguos vecinos, familiares y amigos, visitantes y otros que deciden pasar allí unos días de descanso. Se ha cambiado la estancia vacacional en la costa por la del pueblo. Algunos alternan playa e interior. Y nos preguntamos, ¿Qué ha motivado la mutación de las costumbres en esta área? Nuestra privilegiada ubicación (para acometer este pequeño estudio) nos permite indagar y llegar a ideas que puede orientar la respuesta: La vida en el pueblo es más tranquila e íntima. Son pequeñas distancias que se dominan fácilmente. Te permiten hacer movimientos que no puedes hacer en la ciudad o en la masificada costa. Los horarios los fabrica cada uno. Tienes la posibilidad experimentar un contexto no hecho para el turismo, en contacto directo con las tradiciones locales y comarcales, con la naturaleza y con el hábitat simple de la casa de los abuelos, la arboleda de las afueras y la plaza o el bar. La gente disfruta la vivencia de la "vuelta a los orígenes", aunque sólo sea por unos días: la casa antigua llena de rincones con recuerdos o con muebles viejos, el frescor de las noches en pleno agosto permitiendo dormir a pierna suelta, la ruptura de los horarios cotidianos, la comida en calma, el vino, el pan, el queso, el lechazo, la charla en el bar hasta altas horas de la noche, los paseos por unos alrededores infinitos cargados de luz y color, los encuentros con personas que no veíamos hace  tiempo, los reencuentros anuales con otra gente, etc.
Nací en esta tierra del Cerrato, pero no viví en ella. La descubrí de mayor como tantos otros. Cuando llegué hace veinte años a Villaconancio había ya pocos vecinos (menos de cien). Las casas en general se veían viejas y abandonadas. Los locales viviendo fuera venían en verano. Nuevas gentes llegaron. Poco a poco cada verano se sumaron más, las casas comenzaron a arreglarse, se construyeron otras. El aspecto general cambió. 
Muchas tradiciones naturales han desaparecido. Otras se recrean anualmente. La costumbre como inercia de repetición continúa, pero con soportes humanos provenientes de lugares y comunidades diferentes. La vida local, no obstante, sigue, entrelazada estos días con la de los visitantes. Tal mezcla es la que crea el ambiente especial del verano que llega a su punto culminante los días de la fiesta patronal. Y es alrededor de esos días que vamos a hablar destacando la repercusión dicho contexto experiencial sobre los que en él participan; o mejor, lo viven.


Antropológicamente hablando entendemos el binomio: bienestar-salud como equilibrio relativo a la totalidad de la persona; es decir, abarcando el terreno biofísico, social, psicoafectivo y cultural de ella.
El bienestar y el equilibrio son estados de experiencia comunicables (Aparicio, 2010). 
De nuestras interacciones con el medio (físico, social, cultural) obtenemos vivencias que podemos comunicar. Cuando esas vivencias nos hacen sentir bien, toda nuestra persona se ve alcanzada. No es sólo que las interacciones repercutan positivamente en el cuerpo (por ejemplo, si estamos cansados en un lugar repleto de gente y alguien nos ofrece un asiento); la conciencia de lo vivido y experimentado tiene también su repercusión: hacia adentro (de nosotros) y hacia afuera (al entorno inmediato, humano o físico). 
Las experiencias, por ellas mismas, por el hecho de ser vividas y concienciadas ejercen una primera acción (llamemos psiconerviosa) en nuestros órganos y funciones; y, de manera secundaria, generan, o pueden generar, acciones e iniciativas dirigidas hacia nosotros y/o hacia lo que nos rodea (personas, otros). Cuando todo ese conjunto de acciones parte de la experiencia del bienestar su repercusión es, generalmente, beneficiosa (sonreímos a los que tenemos alrededor, nos animamos a conversar, participamos en acciones e iniciativas constructivas. respiramos satisfactoriamente, o mejor) y tal beneficio se traduce por lo que entendemos como disfrute. Algunos señalan que les molestan menos sus "males" y que aumentan sus capacidades para hacer cosas. Podríamos decir que se lanzan al "ruedo" impulsados por fuerzas eufóricas que les hacen aflojar el freno de la prudencia (o del miedo). Sobre el terreno constatamos que esas acciones (un poco "alocadas", para ciertos informantes) no tuvieron consecuencias negativas a corto y medio plazo en quienes observamos.
Para Bruce H. Lipton (2010) no hay duda de que creencias y pensamientos pueden ejercer  influencias muy importantes sobre lo biológico. Dicho autor señala que el miedo mata (Lipton, 2010-204) y que la ansiedad que provocan los exámenes paraliza a los alumnos que con manos temblorosas marcan las respuestas equivocadas porque, a causa del pánico, no pueden acceder a la información almacenada en el cerebro, que tan cuidadosamente han ido adquiriendo durante el semestre (Lipton, 2010-205). Subraya que los pensamientos constructivos y positivos pueden ejercer efectos beneficiosos e incluso muy beneficiosos en el organismo.
Las creencias, en algunas personas, suponen una inyección de euforia el día del Santo Patrón, o Santa Patrona. Dicha euforia se intercambia dentro del contexto festivo (no sólo en la celebración de los actos religiosos sino también en la calle, en casa o en el bar) y debido a ello y a otras cosas, las experiencias de interacción resultan bastante diferentes a las habituales. 
Creencias y costumbres se fusionan alrededor de la celebración anual que como eje comunitario impulsa las relaciones sociales (locales con locales, locales con visitantes, visitantes con visitantes).
El pequeño pueblo brilla bajo el sol de agosto y, tanto lo observado directamente como lo referido por personas concretas nos habla de bienestar individual y colectivo en niveles más altos de los habituales.
Si lo que creemos o pensamos, según Bruce H. Lipton (2010) influye directamente no sólo sobre nuestra biología sino sobre nuestra persona al completo, la creación de escenarios de interacciones especiales (festivas, lúdicas, relajantes) podría ser un buen medio (planificado y organizado) para subir el nivel de bienestar de las personas (a nivel físico, psicológico y social).
"Recetar" pasárselo bien debería ser, según la mayoría de mis interlocutores locales un consejo fundamental en cualquier tratamiento o iniciativa terapéutica además de lo aconsejado específicamente desde la óptica del profesional.
En el trabajo de campo el antropólogo busca los relatos de experiencia, obteniendo además informaciones importantes provenientes de sus interacciones con el contexto estudiado.
En este apunte de la influencia de la celebración patronal en el bienestar no pretendemos aportar informaciones cuantitativas de la relación: vivencias festivas-salud. Nuestra idea es poner de manifiesto no sólo la existencia de una clara diferencia de actitudes entre los días normales y los festivos en la pequeña comunidad castellana que estudiamos, también resaltamos el hecho constatado de que las interacciones locales aportan un mayor nivel de bienestar los días festivos. Dicho nivel de bienestar se apreció tanto en terreno físico-biológico como en el psicosocial de las personas que quisieron compartir sus experiencias con nosotros y en general, al menos a la vista, del colectivo local.
En el libro: "Cultura tradicional de salud y etnomedicina en Mesoamérica" (Aparicio, 2009) relato lo observado y vivido en algunas poblaciones de Oaxaca también dentro del contexto de la celebración patronal. Nos separan miles de kilómetros de aquellas tierras. Sin embargo, ambos "espíritus" comunitarios festivos se parecen, y no sólo por lo que quede de la influencia cultural y religiosa española de otro tiempo en las sociedades mestizas de América sino por la naturaleza reequilibradora de la "fiesta" en sí, opinamos.
Es posible que Bruce H. Lipton tenga razón. Ni afirmamos ni negamos. Consideramos que su discurso proviene de una formación sólida y de una experiencia prolongada por lo que valoramos sus palabras. Sin llegar a ser paradigmáticos, creemos que en la resolución de los males y enfermedades tiene mucho que ver la persona particularmente: sus creencias, su actitud, sus apoyos, sus preferencias por un sistema terapéutico u otro, su confianza en los profesionales, la percepción del apoyo de los suyos, etc. No son sólo los medicamentos y los medios terapéuticos profesionales y técnicos los que curan o ayudan a curar. A veces, no lo hacen pese a estar bien indicados. Y ya cuando se juntan varias personas, formamos un ser comunitario que influye en sí mismo y en sus elementos. En la fiesta local del pueblecito que estudiamos apreciamos el "baño" sensorial y comunitario en el que todos estuvimos inmersos: los sonidos (valorados por todos) y la música de los instrumentos tradicionales (dulzaina y tamboril), el murmullo, el bullicio, el tradicional canto de la Salve a la Virgen de Revilla, las luces y los colores del ambiente y de las ropas de fiesta de la gente, el brillo de las sonrisas, las emociones positivas a flor de piel, los bailes espontáneos de jotas castellanas a lo largo de la procesión, los perfumes, los olores del ambiente veraniego; los sabores de los alimentos festivos, el vino; las sensaciones táctiles múltiples: en el bar, en la iglesia, en la calle, al estrechar tantas manos, etc., etc.
Ese "baño" sensorial, influido por los pensamientos, las creencias y previos psicoemocionales de cada uno dio sus frutos, positivos en esta ocasión según la valoración de nuestros colaboradores y según lo que nosotros hemos podido observar año tras año no sólo en dicha fiesta sino en las de otros pueblos próximos.


Pero, reflexionemos un poco más sobre el tema del artículo. Expusimos arriba que las experiencias (hechos vividos) tienen sus repercusiones nerviosas. El cableado nervioso lleva al cerebro las informaciones recogidas por los órganos de los sentidos. La red nerviosa es el "medio de diálogo" entre el cerebro y las estructuras corporales. A través de dicho canal las informaciones van y vienen. La compleja maquinaria nerviosa interactúa constantemente con el cuerpo. Como antropólogos valoramos las distintas explicaciones que desde culturas y sociedades diferentes se dan sobre lo que es el ser humano, de qué se compone y cómo interactúa con su entorno. Valoramos la explicación dada por la ciencia, que atiende a una manera concreta de ver el cuerpo y la persona (material). Valoramos también explicaciones dadas desde culturas diferentes a la occidental, como por ejemplo las tradiciones asiáticas cuya visión del ser humano abarca desde lo físico y biológico hasta niveles difíciles de traducir y calificar con nuestras palabras pero que podríamos englobar en el apartado denominado "Bioenergética". El punto de vista biologista explica al ser humano como una estructura compleja formada por estructuras más pequeñas interrelacionadas y por un llamémosle "software" genético que rige (relativamente para algunos) el funcionamiento de toda esa maquinaria. El punto de vista chino tradicional, por ejemplo, explica al ser humano como "Qi" (difícil de traducir pero aproximado al quantum de la física que estudia las partículas subatómicas) en el que el cuerpo vendría a ser una expresión más burda (condensada, material) de esa substancia básica universal (Qi). Lo que llamamos mente en la cultura occidental, es visto como "Shen" en la medicina tradicional china, referido al conjunto de todas las actividades mentales. Sería una forma o manifestación más sutil del Qi básico. Pero en definitiva, cuerpo y mente serían lo mismo; es decir, Qi.
Otras sociedades y culturas del planeta también tienen sus explicaciones de lo que somos, de qué estamos hechos y cómo funcionamos (si queremos plantear nuestro ser de esa forma). La antropología médica estudia y valora todos esos puntos de vista sin establecer gradaciones alrededor de un tipo-modelo de conocimiento y progreso (por ejemplo, el biologista occidental). Así, considera las culturas de los pueblos como marcos que definen sus identidades; por lo tanto, algo a respetar y conservar.
Volviendo a lo de antes y admitiendo desde el punto de vista antropológico explicaciones del cuerpo y de la persona centradas en las tradiciones, valoramos las dadas por las gentes locales alrededor de sus fiestas patronales.
La creencia en el poder de interacción con el Santo o la Virgen actúa según ellos en niveles no físicos de la persona descendiendo al terreno biológico y creando estados de bienestar e incluso cura de alteraciones diversas. Hemos dicho que no vamos a analizar dichos hechos desde ningún modelo cultural (ni el biologista, ni los tradicionales ni los naturales). La antropología médica aplicada no sólo tiene en cuenta lo que desde esas posiciones se dice de la salud y la enfermedad; también tiene en cuenta, y muy especialmente, la comunicación experiencial del informante, el verdadero protagonista, el único capaz de dar explicación a lo que vive. No olvidemos los consejos de C. Geertz (2002) señalando que nadie puede explicar una cultura mejor que los hacedores de la misma. Sentirse bien o sentirse mal son hechos de experiencia vividos y expresados dentro de coordenadas culturales. El trabajo en antropología aplicada a la salud obliga a escuchar detenidamente esos relatos vivenciales que son la clave en el acercamiento comprensivo profesional así como en la elección de un plan de corrección y ayuda. Valoramos, pues, las explicaciones vivenciales dadas por las personas que creen en sus santos y que nos trasladan hechos de mejoría en problemas importantes de salud y otras cosas. El antropólogo trabajando en salud considera la importancia de la comunicación de la experiencia basada en la creencia. Paralelamente, valoramos las vivencias tradicionales y festivas apreciando no sólo la beneficiosa influencia nerviosa sobre el cuerpo sino también la existencia de aspectos imposibles de medir y que tal vez provengan de influencias informativas de nuestro "software" sobre la red nerviosa y el tejido celular.
Finalmente, si acudimos al físico David Bohm (2007) y a otros físicos cuánticos podríamos concluir diciendo que además de lo que consideramos materia y/o energía está algo que nos define y que se mueve permanentemente entre nosotros y lo que nos rodea; se llama información. Tal vez la clave de muchos interrogantes actuales en los límites de lo que consideramos que somos, esté ahí: en un estudio más amplio y profundo de vernos como información que se mueve. La antropología se halla próxima a esos campos conceptuales. Decimos que el mundo es el que ideamos y comunicamos, un mundo que se construye y desconstruye permanentemente en las imágenes mentales, en las representaciones lingüísticas y en los discursos.


Las vivencias festivas proporcionan relatos calificados por nosotros de positivos, no sólo por lo que se cuenta o cómo se cuenta sino por lo que como observadores constatamos experiencialmente en quienes los cuentan.

Bibliografía:

Aparicio, A. J. 
2009. Cultura tradicional de salud y etnomedicina en Mesoamérica. Trafford. Alberta (Canadá).
2010. Práctica educativa y salud docente. Un estudio desde la antropología médica. Istas-CCOO. Madrid.
Bohm, D. 2008. La totalidad y el orden implicado. Kairós. Barcelona.
Geertz, C. 2002. La interpretación de las culturas. Gedisa. Barcelona.
Lipton, B.H. 2007. La biología de la creencia. La esfera de los libros. Madrid.