Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

(Queda prohibida la reproducción de textos e imágenes del blog sin la aprobación expresa de sus autores o de los directores del blog)

SEGUNDA ETAPA

viernes, 23 de noviembre de 2012

LA EXPERIENCIA DEL VINO/ The experience of wine.

Autores de texto y fotos: Alfonso J. Aparicio, Francesco Di Ludovico & Boris Aparicio.
Con la colaboración especial del Ing. Ugo Pazzi en la parte del estudio italiano.


(Prohibida la reproducción de texto e imágenes sin permiso expreso de los autores o del blog)


                                                                                                                                A nuestros abuelos.
1. Unas palabras previas.
Este artículo constituye un pequeño avance de un estudio específico y amplio sobre el tema.
Empezamos considerando el vino como un soporte físico con una información asociada. A partir de este esquema planteamos el trabajo como un acercamiento comprensivo a las experiencias de su consumo en el Cerrato palentino, zona de gran tradición vinícola con una cultura (material y no material) rica, apreciable en un número importante de manifestaciones en distintos momentos del año.
Nuestro objetivo: recoger y mostrar informaciones de experiencia de quienes fabrican la cultura relacionándolas y contrastándolas con las nuestras propias y con las de otros (mismo espacio/diferentes espacios, mismo tiempo/diferentes tiempos). Esas narraciones, procedentes de las experiencias, contienen o pueden contener simbolismos considerados por nosotros "exquisitos" que procuraremos destacar.

"Momento del almuerzo durante la vendimia en Torquemada (Cerrato)"

2. Referencias de experiencia y otras.
En épocas pasadas, en casi todos los pueblos del Cerrato había majuelos. Unas gentes elaboraban vino. Otras lo compraban, pero se bebía como un alimento más. Un alimento especial: bebida que acompañaba a la comida y que además subía el ánimo, ayudaba a la socialización, hacía cantar, acompañaba momentos lúdicos colectivos y curaba, decimos bien, curaba más de un problema. Algunos lo veían como bebida capaz de encender-avivar una "chispa" especial en la persona.
Tomás (94 años) cuenta que el vino ayudaba a pasárselo bien en la bodega, en tiempos en los que no había tantas diversiones como en la actualidad. Para nuestro amigo la bodega era el lugar donde frecuentemente se reunían los amigos, comían, hablaban y bebían vino. En muchas ocasiones además de ayudar a quitar las penas en unos tiempos durísimos y ayudar a merendar, el vino hacía reír, cantar, contar chistes y salirse de la angustiante línea recta de la vida cotidiana. Subraya Tomás lo triste que fue la guerra (civil española). Tiene muy vivos esos recuerdos. Cuenta un gran número de anécdotas, todas ellas crudas y terribles del enfrentamiento de españoles con españoles. Distingue entre los legales, República; y los sublevados, ilegales, ejército de Franco. Pero señala que en la realidad de los pueblos se hicieron cosas malas por las dos partes, por rencillas, envidias, etc. A su edad Tomás camina como un conejo por los senderos de los valles y páramos de su Villaconancio natal. Es un buen hombre, un hombre del pueblo, una enciclopedia de la experiencia, repleto de sabiduría, sencillo, simpático y buen conversador. Pequeño y de pocas carnes cultiva su huertito y todavía disfruta del vino en las comidas, recordando con alegría los tiempos en que las tierras del pueblo estaban sembradas de viñedos y de árboles frutales aquí y allá. Recuerda la vendimia y el mosto primero así como los procesos de pisado y prensado en los lagares.
Una gran parte de esa cultura se ha perdido en la sociedad rural actual. Es una suerte contar con libros vivos como Tomás a quien agradecemos darnos la posibilidad de trasladar sus experiencias a jóvenes y mayores, no sólo del Cerrato y de la Península Ibérica sino de todo el mundo.

"Germán disfrutando del porrón en las bodegas populares de Torquemada"

Mi abuelo Santos murió de 96 años. Originario de Antigüedad, tenía viña y bodega. Todavía recuerdo cuando pisábamos la uva y bebíamos aquel rico mosto. Mi abuelo bebió vino hasta el final de sus días, disfrutándolo. Mi padre bebía vino, mi madre también. Cuando éramos pequeños, bebíamos vino de manera moderada en las comidas. Nunca nos hizo daño. Lo mezclábamos con agua o con gaseosa. Nunca nos creó problemas; jamás nos causó alteraciones. Lo bebíamos en familia mientras se comentaban las cosas del día en las comidas. ¡Qué entrañables recuerdos! Desde mi formación y perspectiva actual considero que no sólo no nos dañó sino que nos favoreció en la salud física con las aportaciones maravillosas de los polifenoles, amén de vitaminas, minerales y otros componentes altamente valorables para el bienestar general de la persona y para determinados procesos de la química corporal. En la actualidad constatamos una gran diferencia de actitud en la mayoría de las familias llamemos "modernas" y en algunos sectores de profesionales de la salud (oficial o natural).
De la vendimia de este año (2012) destacamos el placer del trabajo de campo, tan especial para el antropólogo; y, concretamente dentro de él, el conocimiento de personas nuevas, el contacto particular con los frutos maduros, con las cepas, con la tierra mojada y con el aire puro, fresco y húmedo del otoño cerrateño. La vendimia siempre es una experiencia gratificante y placentera. Lo decimos desde nuestra propia experiencia pero también porque así nos lo han referido aquéllos con quienes hemos hablado y compartido esos momentos a lo largo de diferentes años y en distintos sitios. Los líneos (calles) del majuelo se llenan de susurros y conversaciones variadas mientras se van cortando los racimos de tempranillo.

"Boris, uno de los realizadores de esta investigación disfrutando de la rica uva Tempranillo durante la Vendimia 2012 en Torquemada"

Hablamos con Fernando, no tan mayor como los anteriores, pero lleno de experiencias dentro del contexto y las tradiciones del vino y, en especial, las locales.
En los viñedos de Señorío de Valdesneros (Torquemada) coincidimos personas variadas, todas atraídas por la "magia" natural de la Madre Tierra, de la uva madura y del hecho específico de recoger los racimos. La vendimia es una experiencia muy sensorial. Participa la vista del paisaje colorista que envuelve al viñedo; se escucha el sonido del viento y el de las conversaciones con, a veces, cánticos espontáneos de los vendimiadores; se huele el ambiente dulce otoñal; se saborean las uvas que tus propias manos recogen; se sienten las texturas de las materias con las que se trabaja, sus cambios de temperatura, la humedad del ambiente, el jugo pegajoso de las uvas y al poco rato el sol rojo del atardecer en tu cara; todo un festival para los sentidos. Para Fernando todo lo que rodea al viñedo, a la uva y al vino es algo especial. Lo vive como un acontecimiento maravilloso. Le preguntamos que por qué. Nos responde: "Porque es un mundo fascinante que vivo desde hace mucho tiempo". Fernando defiende la cultura y las tradiciones locales, al igual que todos aquéllos con quienes hemos hablado en Torquemada. Subraya: "Me gusta este mundillo, y en especial la vendimia porque estoy entre amigos, me divierto, alejo mis problemas y aprendo cosas. Me proporciona emociones muy sanas y satisfacciones. Hago amigos y convivo en torno a tradiciones ancestrales". En relación con el bienestar, se expresa Fernando: "Si estoy bien de salud, en parte se lo debo al vino. Nunca me he emborrachado. Bebo de forma moderada y el vino jamás me ha llevado más allá de los límites del equilibrio". En relación a las perdidas costumbres de beber vino por parte de muchos jóvenes, Fernando lo siente. "Los jóvenes beben cosas poco sanas y se han alejado de la bebida natural de su tierra". Parecido nos relatan en Pesquera de Duero.

"Fiestas de la vendimia en Le Marche (Italia)"

Germán, de Señorío de Valdesneros, D.O. Arlanza (Torquemada), así como Pedro y otros propietarios de la bodega nos comentan que la creación de la misma fue fruto más de su interés por conservar las viejas tradiciones alrededor del vino y la gastronomía que por intereses lucrativos. Primero crearon una asociación centrada en la cultura gastronómica y de ahí pasaron a la bodega. "Es lo mismo que antaño, pero con nuevos medios", señala Rubén, el enólogo, conocedor de los métodos tradicionales ya que él mismo posee un majuelo del que obtiene el vino por procedimientos ancestrales.
Jesús y sus hijos (Torquemada), siguiendo la tradición familiar, se sienten orgullosos de poder continuar enseñando a los miembros más pequeños de la familia los métodos, las maneras y las formas de atender el viñedo, así cómo de elaborar el vino, un rosado riquísimo que sacan con esfuerzo pero con gran ilusión. Su mayor placer, expresan, es poder disfrutar de algo que han hecho ellos mismos, sin artificios, natural y sano.
Basilio, de Herrera de Valdecañas, productor del vino denominado Basileo, denominación Arlanza, también hace referencia a los mayores. Recuerda con placer cuando de niño iba con ellos al viñedo. Como profesional de la salud (médico) resalta las cualidades que el vino, y en concreto sus antioxidantes, tienen para la salud. "El vino te da la palabra y te ayuda a entrar en conversación en una reunión. Te posibilita relacionarte con los demás". Eso, añadimos nosotros, tiene que ver con el equilibrio y la dimensión comunitaria de la persona: suelta, relaja, contribuye a su socialización, elimina tensiones y bloqueos, etc.
Otros tantos señalan que la clave de beber vino es la moderación: disfrutarlo y obtener de él beneficios (en todos los planos del ser) y placer.
Atanasio (Torquemada) elabora el vino a la antigua usanza en el lagar de su bodega subterránea. A sus más de 70 años todavía es un enamorado de su viñedo al que cuida y mima todo el año. Se preocupa por el proceso de fermentación y por que el vino salga lo mejor posible (color, limpieza, olor y sabor). Es un vino artesanal lleno de cariño, de referencias a la tierra como información asociada y de tradición familiar.
Para Amada, de la bodega de Remigio Salas, Dueñas (D.O. Cigales), los valores del vino son muchos: gastronómicos, culturales, de salud, etc. Expresa: “El vino bien elaborado es algo tan natural y ligado a la vida del ser humano que igual que cualquier otro producto extraído de la naturaleza aporta beneficios. Se bebe vino para estar bien o disfrutar en una celebración o reunión”. Resalta Amada la relación positiva del vino con la vejez. Dice que mucha gente de antes, bebedores habituales y moderados de vino, llegaban a la vejez e incluso a edades avanzadas con buena calidad de vida. Alude a la “paradoja francesa” y subraya que el vino, además de aportar placer, también colabora a la degradación de las grasas saturadas en el organismo. Ello hace, añadimos nosotros, que comer con vino tenga sus beneficios.
Italia es, tras España, el país del mundo con mayor extensión de viñedo. Las fuentes oficiales refieren, sin dejar dudas aparentes, que se trata de uno de los países vitícolas más antiguos del mundo y, sobre todo, del primer viñedo que hubo en Europa. Una cuestión sin embargo fue objeto de controversia durante largo tiempo: si nuestra viña europea, la especie Vitis vinifera debe considerarse como una planta autóctona o, por el contrario, fue importada a Italia con el flujo de las grandes migraciones venidas de Asia Menor o de África del Norte. Sin duda, esos dos orígenes son auténticos y fue gracias al cruce de los diversos viduños (cepas) como nacieron las innumerables variedades de uvas que, en su tiempo, hicieron exclamar a Virgilio en su Geórgicas: "¡Querer conocer las innumerables variedades de viñas sería como querer contar las olas del mar o los granos de arena del desierto de Libia!".
En Italia, donde la viña se cultiva en cada una de las veinte regiones administrativas, el sistema de denominación de los vinos varía de una región a otra. En ocasiones el nombre del vino toma el del viduño, como sucede con el Barbera, mientras en otras, toma el de su municipio de origen, como en el caso del Marsala.
La región italiana de Le Marche (Las Marcas, en idioma castellano) se sitúa en el centro de Italia, dispuesta desde los montes Apeninos de Umbría y el mar Adriático. La mayor parte de la región es montañosa o con colinas, siendo sus principales características la cadena de los Apeninos a lo largo del límite interno y un sistema extenso de colinas que van descendiendo poco a poco hacia el mar Adriático. Le Marche es una de las regiones con más colinas de Italia: abarca casi el 70% del territorio y se ve interrumpida por amplios barrancos con numerosos ríos cortos y por llanuras aluviales perpendiculares a la principal cadena. Las cadenas montañosas paralelas contienen hondas gargantas de río. El clima, en la zona del litoral es subcontinental al norte, con variaciones de temperatura según la estación (veranos cálidos, inviernos fríos, lluvias regulares de estación); al sur la subcontinentalidad se atenúa para dejar puesto a un clima sub-litoral que asume caracteres más distintivamente mediterráneos. En la zona de montaña los veranos son frescos y los inviernos rígidos con amplia posibilidad de nieve; el invierno resulta más severo en las zonas de colinas internas donde se pueden registrar bajas temperaturas. Actualmente la contribución de la agricultura a la economía de la región es menos significativa, aunque el valor bruto generado por este sector sigue estando ligeramente por encima de la media nacional. Las Marcas nunca han padecido una propiedad de la tierra excesivamente fragmentada. Los principales productos son los cereales, las hortalizas, los productos animales y las uvas. La explotación vitivinícola se centra en los Castelli de Iesi, patria del vino Verdicchio; también es conocido el vino Bianchello del Metauro.
A lo largo de nuestros “recorridos enológicos”, un amigo agrónomo y su servidor tuvimos la posibilidad de conocer productores de vino de la zona sureña de la región de Le Marche y la historia que los relaciona con la producción vinícola. Botellas sombrías y casas luminosas, un poco de polvo antiguo y mucha luz mañanera, sonrisas acogedoras y palabras serenas; viñedos trepándo sobre colinas amplias, acariciados por la brisa costera y rodeados a veces por el contraste cromático de rosales y retamas: mucho verde con distraídas manchas de púrpura leve y amarillo intenso; más allá el mar omnipresente. Junto al cielo, una pincelada más de azul fosco en el dibujo extravagante de la naturaleza de Le Marche.
Nos abre el portón María, diminuta mujer de cara jovial. Nos ofrece un café y pretende que se la tutee. “Elegiste un tipo muy especifico de uva para cultivar; ¿por qué?”. “Mi historia parte de lejos, nos contesta María, de cuando era estudiante de teatro. Para ponerse en los zapatos de un personaje al actuar y comprender el drama de su papel para poderlo interpretar de manera adecuada, a nosotros estudiantes nos pidieron que nos conociéramos antes de nada a nosotros mismos; es el método Stanislavskji”. “Quisiera saber más sobre esto; pues no sé nada y me hace ilusión conocer” le digo, invitándola a especificar esta técnica de empatía. “Esta técnica vale tanto en el ámbito de la actuación como en la vida común para determinar cómo una persona puede controlar el rendimiento en los aspectos más imperceptibles e incontrolables del comportamiento humano, tales como las emociones y la inspiración artística; en la actuación ayuda al actor a ser dueño de su propio arte”. “Así que, intuyo, tú lo quisiste aplicar al arte del vino”, le digo adelantando lo que deseaba saber. “Así es”, me contesta; “de hecho, conocerme a mí misma me sirvió para elegir un tipo de uva para cultivar con el fin de crear mi propio vino”. “¿Cómo?”, le pregunto. “El método Stanislavskji pretende que trabajes con los sentidos, es decir te hace descubrir la base sensorial del trabajo; aprendes de tal manera a memorizar y recordar sensaciones, y finalmente a trabajar desde pequeñas sensaciones. Una vez contestadas las preguntas “¿quién eres y qué sientes?”, puedes culminar el estado mental creativo.
Cuando conoces un vino (el lugar, las personas que lo rodean, etc.) te tomas con él todas esas referencias que te unen al lugar de donde procede, y es una experiencia especial, bien diferente de la que puedes tener saboreando una invitación de la que no tienes constatación experiencias ni emocional.

Bodega-depósito tradicional de Epifanio Rivera ("Erial"), Pesquera de Duero. Nuestro trabajo se centra en El Cerrato y Le Marche, pero nos interesa ver características de culturas y tradiciones del vino vecinas y lejanas con el fin de contrastar. Aquí podemos apreciar los toneles que guardaban el vino hasta que llegó la modernidad y los nuevos medios y materiales.

Si nos centramos en el contexto específico de salud y vino, D. O´Gorman ("Los sorprendentes efectos preventivos y terapéuticos del vino. A tu salud". Ediciones Sirio. Málaga. 2003) expone en su libro una serie de estudios realizados en diferentes países en los que se dice que tanto los abstemios como quienes sobrepasan los límites de la moderación corren más riesgos en diferentes terrenos de la salud. Beber vino de forma continuada y moderada disminuye los riesgos a los que el libro alude (cardiovasculares, sobre el colesterol, sobre la HTA, sobre distintos tumores, sobre determinadas funciones cerebrales, etc.).
¿Y qué cantidad de vino es la recomendada?
La Regla de San Benito establece la medida de una Hemina (0,276 l) como cantidad de vino a beber por monje y por día: Por consideración a la flaqueza de los débiles, pensamos que es suficiente una hemina de vino al día por persona... Mas si, por las circunstancias del lugar en que viven, o por el trabajo, o por el calor del verano, se necesita algo más, lo dejamos a la discreción del superior, con tal de que jamás se de lugar a la saciedad o a la embriaguez.
O´Gorman escribe:
"En el año 1904, el médico francés Gautier, miembro de la Academia de Medicina manifestaba que el vino es un alimento precioso siempre que no se sobrepase la dosis de un gr. de alcohol por kg de peso y por día; es decir, tres cuartos de litro de vino para un individuo de 80 kilos. Esta sigue siendo la dosificación aceptada casi unánimemente en la actualidad".
En el apartado del libro de O´Gorman que relaciona deterioro cerebral y consumo de vino se dice que según el informe de un estudio publicado el 26 de enero de 2002 en la revista The Lancet, el cerebro de los bebedores moderados sufre un deterioro significativamente menor que el de los abstemios y también que el de aquellos que consumen más de cuatro bebidas alcohólicas al día.
Otra cita de O´Gorman, yéndonos más atrás en la historia: "En la Edad Media El vino no era una simple bebida sino una de las bases más firmes sobre las que descansaba la alimentación humana. La regla monástica femenina transcrita en el año 976 para ser observada en el monasterio de las santas Nunilo y Alodia, cerca de Nájera, permitían que las mujeres bebiesen la tercera parte de una hemina (...) El vino formaba parte de la dieta alimenticia cotidiana."
La historia está llena de referencias de personajes notables y eruditos alusivas al vino y su consumo, valorando dicha bebida no sólo como alimento sino como elemento capaz de mejorar la experiencia de la vida de las personas, y la propia vida (física) en muchos casos. Unos de los componentes más importantes del vino para contribuir a esa tarea son los polifenoles. Esas sustancias están ampliamente distribuidas por la naturaleza. La mayoría son de origen vegetal. Se encuentran en las frutas y las verduras y abundan en el té verde y el vino. Se han aislado ya varios miles y han sido clasificados en distintos grupos según su estructura molecular y su número de átomos de carbono. Los polifenoles del vino son los responsables principales de sus poderosos efectos contra un gran número de alteraciones. Señala O´Gorman algunos: los ácidos fenólicos (ácido gálico), los ácidos cinámicos (ácido cafeico, ácido ferúlico y ácido p-cumárico), los derivados de tirosina (tirosol), los estilbenos (resveratrol, uno de los más conocidos), los flavonoides (entre ellos las flavonas y las antocianinas), los taninos condensados, y otros. Uno de los poderes más importantes del vino (tinto principalmente) es el de actuar como antioxidante a través de los polifenoles; es decir el de poder destruir los llamados radicales libres.
Pero el vino, antropológicamente hablando, no sólo se reduce a un soporte físico como decíamos al principio. También es una información asociada. Ambos se transforman en imágenes comunicables por quienes fabrican la cultura a partir de las experiencias.
El vino y su experiencia están, pues, estrechamente ligados a los simbolismos.

3.Unas palabras finales.
Como decíamos también al principio, el presente artículo no es más que una muestra de un trabajo mayor por lo que con él queremos llamar la atención sobre las culturas tradicionales locales alrededor del vino; en muchos lugares desaparecidas; en otros a medio desaparecer y en otros, permaneciendo aún vivas. Decir que hay gente que en estos últimos trabaja por conservar esa riqueza heredada de nuestros antepasados. A ese trabajo queremos sumar nuestro estudio.
Las referencias que hemos obtenido de informantes y colaboradores nos dicen que el vino es bueno, que es agradable beberlo, que alimenta y que proporciona bienestar y placer. Algunos nos aseguran que alarga la vida (entre ellos, los más ancianos).
Desde nuestra postura, como conocedores del campo de la salud (desde la antropología, desde la medicina, desde modos de atender necesidades de salud de otras culturas y convenciones terapéuticas), consideramos que nunca se debe generalizar en relación con las trayectorias de bienestar de las personas. Son muchos los factores y circunstancias que intervienen en los hechos vitales (herencia, hábitos y estilo de vida, educación, alimentación, hábitat, etc.). El vino es un elemento más que, interactuando con otros, puede ayudar a la obtención de experiencias de bienestar más perceptibles que otras. Pero la historia de vida de cada cual la escribe cada cual con sus acciones. ¿Cómo interviene el hecho de tomar vino en unos y otros? Creemos que hay que estudiarlo y analizarlo individualmente. Ahora bien, en el tiempo que llevamos haciendo etnografía en ese contexto, cierto es que más del 90% de las referencias de experiencia obtenidas son, digamos, positivas relacionando vino y bienestar. Nuestro deber es contarlo, pudiendo exponer también nuestras vivencias como corresponde a un trabajo antropológico bien hecho.
Si las referencias que tenemos del estudio en un entorno reducido (Cerrato y Le Marche) se juntan con los datos de los estudios científicos que hemos consultado relacionando consumo moderado de vino y salud-bienestar, el resultado es que algunos de los mitos prohibitivos del consumo de vino en determinados problemas y alteraciones (tales como la HTA, por ejemplo) se caen.

Lagar y mostera. Bodega Rodríguez-Vasquez (Villaconancio). Se trata de una bodega tradicional con lagar subterráneo, algo muy habitual en el Cerrato palentino. Ha estado operativa hasta hace 15 años.

Nuestras culturas del vino (caso de El Cerrato y de Le Marche) se iniciaron hace mucho tiempo. El Museo del Cerrato en Baltanás recoge en una parte de sus salas referencias históricas y arqueológicas de recientes descubrimientos e investigaciones en la zona. En esta área hubo poblamiento continuado desde la prehistoria hasta la actualidad. Las tesis convencionales de despoblamiento con la llegada de los musulmanes y repoblamiento posterior por gentes de las montañas y tierras del Norte de la Península, parecen caer también frente a las evidencias de los descubrimientos. Ello no quita que vinieran gentes del Norte promovidas oficialmente por los reyes cristianos para reforzar los asentamientos cristianos frente al avance musulmán o para potenciar el efecto de la llamada Reconquista. Bien, pues los expertos excavadores nos contaron lo que ellos consideraban hechos cotidianos en la vida de aquellas gentes; uno de ellos, el consumo de vino como un elemento fundamental para la supervivencia en tiempos de carestía, sobre todo en los duros inviernos cerrateños. Se han hallado supuestos lagares en los que parece haber restos de almacenamiento de vino o de pisado de uva. Se está a la espera de poder analizar en laboratorio esos restos; pero los arqueólogos consideran que a partir de las poblaciones vacceorromanas de esos lugares, la plantación de viñedos fue un hecho normal que se generalizó por toda la comarca. El magnífico trabajo realizado en la zona espera ver la luz con todos sus detalles.

Viñedos de Basilio Varas ("Basileo", Tempranillo; DO Arlanza); Herrera de Valdecañas.

Nuestros mayores nos han legado una cultura oral alrededor de la vid y el vino que queremos trasmitir a nuestros hijos y nietos. Se han recuperado viñedos y bodegas en los pueblos del Cerrato. Esperemos que esto sólo sea el principio. Mientras tanto, los ayuntamientos locales colaboran organizando ferias de productos alimenticios que permiten a los productores vender y a los consumidores adquirir productos de calidad "in situ".
Al lado de la cultura material están los simbolismos individuales, familiares y locales que como información asociada dan forma, iluminan y explican aquélla. Es necesario preservarlos para que nuestra identidad pueda proyectarse en el tiempo.
El vino, dicen los locales, no sólo beneficia la salud y da placer sino que también colabora a mantener un sector poco explotado aquí y con muchas dificultades para abrirse camino.
Como conclusión más técnica podríamos decir que la experiencia del vino es, como cualquier otra vivencia, algo global integrando en una unidad narrable las interacciones físicas, sociales y culturales. Podemos reparar más-menos en una u otra pero finalmente cuando hablas de "vino vivido" hablas de experiencia comunicable vertida en la cultura social a través del discurso. Todas esas imágenes individuales pasadas a las tradiciones colectivas (locales) incluyen representaciones mentales y lingüísticas de los entornos físicos (viñedo, bodega, lagar), la comunidad y la cultura (simbolismos en relación con todo lo anterior, o nuevos).
Nadie ha referido "experiencias seccionadas". Generalmente hablan de lo que ven, lo que oyen, lo que huelen, lo que gustan (sensorialidad) unido a emociones, ideas, sentimientos, etc.
Y terminamos con palabras de Fernando cuando hicimos el descanso mañanero el día de la vendimia frente a un rico almuerzo regado por el vino de nuestros amigos de Señorío de Valdesneros:
"Hay que beber poco, muchas veces", subrayando: dentro de la moderación.
Un agradecimiento a todos los informantes y colaboradores que participan en este trabajo.
_________________________________________________________________

En el recién celebrado Concurso Internacional de Vinos y Espirituosos 2012 (Cinve) que se ha celebrado en Valladolid, dos de nuestros informantes del Cerrato palentino: Vitivinícola Ladrero (Torquemada) y Basilio Varas (Herrera de Valdecañas) han sido galardonados con sendas medallas de oro y plata por sus tintos: Señorío de Valdesneros Roble 2009 (Torquemada) y Baseleo tinto roble 2011 (Herrera de Valdecañas). Enhorabuena a ambos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Nuevo libro: "El color de la Ira"

Hemos recibido información sobre un libro interesante que narra hechos tristes de nuestro pasado pero con la esperanza de que cosas así nunca se vuelvan a repetir. La salud y el bienestar de una sociedad se pulverizan con una gerra; y más, una guerra entre quienes comparten el mismo espacio vital.
Los autores hacen el siguiente resumen:
 

"El color de la ira" es un libro que narra la Guerra Civlil Española en Teruel con fotografías inéditas de la ciudad, del entorno y de dos personajes vinculados a la medicina, pues ambos eran médicos. Uno de ellos, el Dr. José Castañer y Rue era mi padre. Nacido en Valencia, donde estudió y montó
su clínica en la calle de la Purísima de la Capital del Turia, fue militarizado y formó parte del ejercito republicano como sanitario. Fue destinado con su batallón en diferentes frentes de Aragón hasta el final de la Guerra. Al terminar la contienda, y ubicado en la provincia de Teruel, fue médico y Alcalde de Santa Eulalia del Campo donde ejerció durante varios años, hasta que por oposición se hizo inspector de la Seguridad Social y como tal organizó los hospitales de Calatayud, Vigo, etc., siendo uno de los pioneros de la Seguridad Social.
El otro protagonista el Dr. José Moreira Casal, médico de Villagarcia de Arosa, ejercia como tal hasta que la denuncia del sacerdote del pueblo le llevó al destierro. El lugar fue precisamente un pueblecito de la provincia de Teruel: Alfambra. Este destino forzado fue una autentica tortura. Separado en la distancia de su mujer y sus hijos, tal situación llevó a la destrucción personal. Ha sido objeto de múltiples homenajes reconociéndose sus grandes valores no sólo científicos sino también humanos.
Este libro se ha realizado con intención neutral exponiendo testimonios de ambos lados con el deseo de que algo asi nunca se repita.

INDICE:
Presentación de Ana Castañer Pamplona
Agradecimientos
Prologo de D. Alfonso Casas Ologaray

CATALOGO FOTOGRAFICO
Teruel
Santa Eulalia del Campo (Teruel)
Albarracin (Teruel9
Documenación sobre el Dr. José Castañer Rue
Documentación del vehículo del Dr. José Castañer Rue (médico)
Barcos de Guerra en el Puerto de Valencia

BIOGRAFIA
Dr. D. José Castañer Rue
Dña. Vicenta Pamplona Blasco
D. Manuel Pamplona Blasco
D. Rafael Pamplona Gil de Bernabé
D. Clemente Pamplona Blasco
D. Ventura Pamplona Blasco

DOCUMENTACIÓN
Documentación variada
Billetes de curso legal de la época
Varios

ANEXOS
Dr. D. José Moreira Casal
Prisioneros de Teruel D. Clemente Pamplona Blasco
Distintos cuadernillos. Temas españoles
 
Imagen de ana teruel

Autores:
Ana Castañer, Juan y Ana P. Castañer.
Editorial Perruca
España, 2010.
Información y encargos:
anapoboc35@hotmail.com

jueves, 15 de noviembre de 2012

El libro "CULTURA TRADICIONAL DE SALUD Y ETNOMEDICINA EN MESOAMÉRICA", de Alfonso J. Aparicio Mena, en edición kindle (Amazón)

El trabajo de A.J. Aparicio: "Cultura tradicional de salud y etnomedicina em Mesoamérica", editado por Trafford Publishing ya está disponible en formato kindle tanto en la página de la editora (Trafford) como en el sitio de Amazón. No sólo implica un precio más bajo que la versión en papel sino la posibilidad de almacenamiento fácil y rápido. También, su consulta digital inmediata en cualquier lugar.
El libro recoge una amplia etnografía sobre los modos de entender y atender en salud y bienestar en algunas etnias del interior y de la costa del Pacífico en el Estado de Oaxaca.
También expone aspectos de la llamada "etnomedicina mestiza", urbana principalmente, contrastando el presente de las culturas de salud tradicionales con el pasado a través de las referencias y relatos de los informantes locales.



Mas información en el siguiente enlace:
http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss?__mk_es_ES=%C5M%C5Z%D5%D1&url=search-alias%3Ddigital-text&field-keywords=cultura+tradicional+de+salud+y+etnomedicina+en+mesoam%E9rica

jueves, 8 de noviembre de 2012

PERSONAS Y EXPERIENCIAS VI /People and Experiences PLANTAS MEDICINAIS E MULHERES EM BUSCA DE SUSTENTABILIDADE NO SUL DO BRASIL E NORTE DA ESPANHA: UMA COMPREENSÃO DA ETNOBOTÂNICA NA PERSPECTIVA TRANSDISCIPLINAR (por: Fátima Chechetto)


Noviembre, 2012

(Historias de vida, encuentros, entrevistas, opiniones)

(Queda prohibida la reproducción total o parcial de texto y fotos sin el consentimiento del Blog)

Éste es un espacio de entrevistas, relatos/referencias de experiencia, historias de vida y comunicaciones en torno a la vivencia/las vivencias del bienestar, entendido como un contexto experiencial amplio capaz de tomar formas muy diversas en/a través de la comunicación. Una de esas formas nos la trae nuestra nueva invitada a través de su propio relato que más abajo reproducimos.

UNAS PALABRAS PREVIAS (Por: A. J. Aparicio Mena).


Conocí a Fátima cuando ella realizaba trabajo de campo para su tesis doctoral. El tema me atrajo y me pareció muy interesante: estudio de la relación de mujeres con las llamadas plantas medicinales, hecho a su vez por otra mujer. El marco geográfico: la Montaña Palentina, lugar donde tradiciones ancestrales y saberes "antiguos" todavía circulan entre las gentes, conviviendo con las aportaciones del "progreso". Me atrajo el trabajo de Fátima porque es una zona donde viví en mi infancia y a la que también acudí en busca de información cuando realicé el trabajo para la Suficiencia Investigadora. Más tarde, coincidí con aquellas mujeres sabias en un congreso que Fátima organizó en el Campus de Palencia (Universidad de Valladolid) en torno a las plantas medicinales. Además de gran trabajadora, Fátima aporta la visión femenina e interdisciplinar de una experta en el campo natural, cosa importante para contrastar con las mayoritarias visiones masculinas. Desde su Brasil natal nos envía esta colaboración, amplia y detallada que nos aporta los matices sutiles y elegantes de su manera de abordar el estudio antes mencionado. Primero tenemos una reseña curricular de la autora y seguidamente exponemos en su lengua natal el artículo completo agradeciendo a Fátima su amabilidad.

Possui graduação em Agronomia pela Universidade Federal de Santa Catarina (1986) e mestrado em Saúde Coletiva pela Universidade do Sul de Santa Catarina (Maio/2003). Atualmente é doutoranda pela Universidade Estadual Paulista no Programa de Horticultura da Faculdade de Ciências Agronômicas- Campus Botucatu, tendo particicipado do Programa de Estágio de Doutorando no Exterior- PDEE- na Universidade de Valladolid- Espanha. Coordenadora da Câmara Setorial de Plantas Medicinais- Conselho de Desenvolvimento Rural - Secretaria de Estado da Agricultura e Desenvolvimento Rural- Santa Catarina (2000-2004 e 2006-2008). Coordenadora da Associação Catarinense de Plantas Medicinais ( 1999-2001 e 2001-2004. Vice-coordenadora da Associação Catarinense de Plantas Medicinais ( 2004-2006 e 2006-2010). Foi docente nas disciplina de Botânica Aplicada à Farmácia e Fitoterápicos e Produtos Naturais no Curso de Farmácia do Centro Universitário Barriga Verde (2007-2008). Atuou como professora e pesquisadora da Universidade do Sul de Santa Catarina (1989-2006), nos Cursos de Engenharia Química, Agronomia e Farmácia.Atuou junto ao Ministério da Saúde como participante do Grupo de Fitoterapia para a Construção da Política Nacional de Práticas Integrativas e Complementares no SUS (2003-2004), aprovada pela Portaria 971 maio/2006. Tem experiência na área de Agronomia com ênfase em Desenvolvimento Rural Sustentável.  

e-mail da autora: fatimachechetto26@yahoo.com.br


PLANTAS MEDICINAIS E MULHERES EM BUSCA DE SUSTENTABILIDADE NO SUL DO BRASIL E NORTE DA ESPANHA: UMA COMPREENSÃO DA ETNOBOTÂNICA  NA PERSPECTIVA TRANSDISCIPLINAR.

“Plantas medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade” em Salinas de Pisuerga  e Estalaya -  Montanha Palentina

Este artigo  foi baseado na pesquisa de doutorado em Agronomia- Horticultura da estudante Fatima Chechetto na Universidade Estadual Paulista sob a orientação do Professor  Doutor Lin Chau Ming  com estágio na Universidade de Valladolid- Escola Universitária de Educação de Palencia- Cátedra de Estudos de Gênero e Instituto Universitário de Investigação em Gestão Florestal Sustentável sob a orientação da Professora Doutora Fátima Cruz Souza. Apoio Financeiro: Fundação CAPES – Ministério da Educação do Brasil.
Desde o início da humanidade, as mulheres têm sido relacionadas a arte dos cuidados com a cura, a partir da natureza, agindo como curandeiras, parteiras, herbalistas. O cuidado era exercido com a utilização dos poderes das plantas medicinais especialmente por mulheres, no ambiente familiar, difundindo conhecimentos entre elas mesmas (BORGES, 2010).
O papel das mulheres com as plantas medicinais tem sido, para além da assistência médica a familiares, também na comunidade. Desde então, a figura da curandeira, curadora e da bruxa se mesclam. O uso de plantas medicinais em forma de emplastros, unguentos, infusões, e outras mil receitas eram parte da sabedoria destas mulheres, que as colhiam e se dedicavam a descobrir seus poderes. Poderes misteriosos que nos chegam até hoje, desde os antigos livros de ciência médica, que partem da Grécia, levando Paracelso a afirmar que tudo o que aprendera, fora das bruxas, pois sua ciência era experimentação, transmitida de uma a outra.  Seus preparados são base para a farmacologia moderna
Tamanha intimidade das mulheres com as plantas analisa Priori ( 1997 ) permitia que exprimissem o seu conhecimento da vida, experimentassem os mistérios da geração vegetal e os relacionamentos com os ciclos lunares. Segundo a autora a perseguição a estas mulheres não era fortuita  pois desde os tempos imemoriais, elas curavam mazelas, e antes do aparecimento de doutores e anatomistas praticavam enfermagem, davam conselhos sobre enfermidades, eram farmacêuticas, cultivavam ervas medicinais, trocavam fórmulas e faziam partos. Foram portanto durante séculos, doutoras sem título.
Borges (2010) complementa, analisando que as mulheres tornaram-se peritas em medicina e, inevitavelmente, uma ameaça, visto que eram capazes de interferir na influência religiosa e política da igreja. Inicia-se, então, o período de caça às bruxas, entre o fim do século XIV e o princípio do século XVIII, visando o extermínio das feiticeiras, por considerarem suas práticas demoníacas.
A medicina convencional começa a desenvolver-se a partir do século XVIII sendo que, as mulheres não tinham acesso as universidades e a igreja controlava grande parte das atividades médicas prevalecendo os conceitos religiosos. Se estudavam Aristóteles, Platão e Galeno e excluindo-se as mulheres da formação profissional legal, foram também excluídas da prática. 
Apesar de tudo, houve mulheres que praticavam métodos científicos não tradicionais, as quais também foram processadas. Pesava mais o fato de ser mulher, do que sua credibilidade profissional. Os médicos levaram a cabo uma campanha para expulsar as mulheres curandeiras e a igreja ditou que uma mulher que tivesse a ousadia de curar sem haver estudado, era uma bruxa e devia morrer. 
As parteiras seguiram atuando no meio rural, mas pouco a pouco, foram substituídas por médicos.
Diante deste breve olhar histórico, sobre o poder e a “retirada do poder” das mulheres, na arte de cura e construção de conhecimentos através da plantas medicinais,  insere-se a importância do “resgate” deste poder em busca de sustentabilidade, nos tempos atuais e como a etnobotânica  pode contribuir nesta tarefa, na ótica transdisciplinar.
Considera-se primeiramente o caráter transdisciplinar da etnobotânica,  por esta incluir o diálogo entre o conhecimento científicos e o conhecimento popular.  Ambos, transdisciplinaridade e etnobotânica, são enfoques que contribuem à tarefa de “pensar” a sustentabilidade como um todo, e que podem afirmar o protagonismo das mulheres como elemento central na construção de um novo desenvolvimento.
Migliori ( 2008) estabelece a relação entre transdisciplinaridade e sustentabilidade quando comenta que sustentabilidade, em sua essência, seria a construção do bem comum, em um novo patamar de desafios, considerando os problemas a serem enfrentados numa perspectiva global. E neste sentido, a trandisciplinaridade trata de estabelecer uma integração de vários saberes, considerando que nenhum deles tem um valor menor que o outro já que “ o problema da unidade de conhecimento é intimamente ligado a busca de uma compreensão universal, destinada a elevar a cultura humana”( BOHR, 1961).
Migliori afirma que nos encontramos diante de uma imensa responsabilidade coletiva frente ao desafio da sustentabilidade, que é do tamanho da grandeza do Planeta Terra.  Esta responsabilidade, nos chama a cidadania terrestre nesta era planetária, como reforçam Morin & Hulot ( 2008 ), assinalando que os problemas ecológicos do nosso tempo como a biosfera e a necessidade de salvaguardar a diversidade cultural afetam a todos e exigem o desenvolvimento do pensamento complexo ou transdisciplinar para gerar caminhos sustentáveis.
Migliori  constata que as estratégias conhecidas, já não estão dando conta para encontrar soluções e isto é assustador, mas também representa uma oportunidade. Para o aproveitamento desta oportunidade, de ir além, na superação de um modelo dominado pela cultura patriarcal se necessitaria  da união de homens e mulheres no sentido de se construir algo novo juntos. Burg (2005) argumenta que a construção de uma “sociedade planetária” sustentável depende da necessidade de discutir os rumos do desenvolvimento sustentável e a construção de um novo paradigma aberto a discutir as bases das relações de gênero.
Conforme Cruz- Souza (2012), a equidade de gênero necessita um amplo debate e uma intervenção concreta nos projetos de desenvolvimento, principalmente no que tange ao desenvolvimento rural, mas há uma enorme dificuldade de abordar com serenidade e trabalhar em profundidade as desigualdades de gênero e a realidade de subordinação das mulheres, que predominam em maior ou menor medida, em todas as sociedades e culturas atuais.
Para a autora, é preciso compreender a aplicação da perspectiva de gênero como uma questão complexa e estratégica para o desenvolvimento rural e além disso, é fundamental entender que as discriminações de gênero não afetam somente as mulheres, mas são um problema para toda a sociedade e suas consequências afetam tanto as mulheres como aos homens. Aclarando que gênero não é sinônimo de “mulheres”, porque, as relações de gênero se constroem entre mulheres e homens e afetam toda a sociedade e todos os âmbitos da vida humana, defende que trabalhar com perspectiva de gênero é descontruir mandatos culturais e sociais. Implica também, em construir uma compreensão crítica sobre a organização social a partir de gênero, que permita questionamentos, dando lugar a solidariedade entre mulheres e homens, originando outros modelos possíveis de masculinidade e feminilidade, menos estereotipados.
 Assim, gênero constitui uma categoria básica para compreender os processos sociais vitais, e a perspectiva de gênero, se propõe a ser uma ferramenta para a construção de uma sociedade participativa e inclusiva, questionando também sistemas econômicos que demonstrem ser organizações sociais construídas sobre relações de dominação e exclusão. Para tanto, seria necessário equilibrar as relações de poder que possibilitem, o que em teoria de gênero se vem denominando como “empoderamento” de mulheres.  Uma das possibilidades de se promover este empoderamento, é o resgate de conhecimentos sobre plantas medicinais, utilizando-se a etnobotânica dentro de uma perspectiva transdisciplinar.
A etnobotânica  tem sido utilizada  para a ampliação da consciência sobre o valor destes recursos,  podendo levar  a uma atuação participante no sentido da  preservação, conservação e utilização dos mesmos, mas pode ser um instrumento, segundo a compreensão transdisciplinar, que vai muito além disto.
Um aspecto importante a ser considerado é representado pela faceta interdisciplinar da etnobotânica, é o fato de que a mesma pode contribuir para a busca da sustentabilidade, quando usada em pesquisa orientada para a ação de apoiar e facilitar a mobilização e comunidades locais e tradicionais (BORN, 2000).
Sá (2006), traz importantes contribuições sobre a importância da etnobotânica, ao  refletir que  a ideia central para se estudar uma planta medicinal é a de  que, seria necessário utilizar ferramentas metodológicas de várias disciplinas, ou olhares próprios de cada disciplina envolvida no processo. Este olhar plural, deveria ter como resultado um entendimento integrado entre todas as dimensões que a envolvem: cosmológicas/antropológicas, botânicas, agronômicas, bioquímicas, farmacológicas, farmacotécnicas, clínicas, etc. No entanto, aponta Sá, percebe-se dificuldades de integração destes saberes, na prática.
A autora prossegue, analisando que as pesquisas com plantas medicinais, em geral, tem como ponto de partida a etnobotânica ou a etnofarmacologia como estratégia para serem mais assertivas no desenvolvimento de fitoterápicos ou novos fármacos. Estas duas disciplinas, assim como outras nomeadas com o prefixo “ethnos”,  buscam integrar conceitos e metodologias de áreas como ciências sociais e ciências biológicas. Esta integração entre olhares historicamente tão distintos desafia o pesquisador da etnociência a se tornar uma espécie de mediador da dicotomia cultura x natureza, historicamente assinalada na epistemologia moderna.
Sá, aponta as dificuldades de alguns segmentos acadêmicos para incorporar e tratar dados aparentemente subjetivos, como simpatias, mitos e tabus  provenientes da observação em campo. Discute que, estes dados, de caráter antropológico, muitas vezes deixam de ser coletados durante o trabalho de campo, ou quando registrados, são tratados como meras curiosidades, um aspecto lúdico somente, com o objetivo de ilustrar a pesquisa. Exemplifica que, dados conseguidos através da etnometodologia não raramente são desconsiderados, levando a abordagens reducionistas, descontextualizadas da cosmovisão de comunidades. Evidencia-se então, uma quebra epistemológica no processo de pesquisa, com descontinuidade entre as racionalidades.
Para a autora, quebrar barreiras conceituais, paradigmas das disciplinas envolvidas no processo e desenvolver metodologias originais próprias, que tenham como premissa ou caráter imanente da natureza peculiar das plantas medicinais, englobando todos os aspectos de sua abrangência, é uma tarefa complexa, mas não impossível ao espírito científico.
Lima (2008), centrando-se no estudo sobre os saberes dos povos da floresta amazônica, região norte do Brasil, especialmente Acre e Pará, discute que o pensamento desses povos se constitui em um sistema bem articulado e independente de ciência, com densidade de análise, apresentando-se como uma  forma estratégica de abordagem sobre a natureza e a vida. São conhecimentos elaborados no movimento de uma maior intimidade do ser humano com a natureza, criativos e resistentes a dilaceração de sua cultura.
O autor, compara os resultados dos saberes dos povos da floresta, com os dos processos da bricolagem. Lembrando que em antropologia, bricolagem é a união de vários elementos para formação de um objeto único e individualizado, termo usado pelo antropólogo francês Claude Lévi-Strauss, que o usou para descrever uma ação expontânea, além de estendê-lo para incluir padrões característicos do pensamento mitológico, o qual não obedece o rigor do pensamento científico cartesiano.

                 Visita a anciã de 103 anos conhecedora de plantas medicinais em Cervera de Pisuerga

Essa forma de construir o saber baseia-se num processo de observação, repetição, experimentação e comprovação, não superposto ou sobreposto ao conhecimento científico cartesiano e as duas formas de conhecimento poderiam ser colocadas em paralelas.
Arenas e Cairo (2009) em artigo intitulado etnobotânica, modernidade e pedagogia do lugar, enfatizam que a pluralização de saberes começa por um diálogo respeitoso no qual se estabelece um paralelismo entre as diferentes epistemologias e se considera o outro como um igual. E uma vez iniciado o diálogo, o paralelismo pode permanecer ou pode resultar na criação de um sincretismo epistemológico no qual, pensamentos diferentes se fundem para criar novas formas de conhecimento.
Este diálogo se opõe a um nihilismo epistemológico que nega qualquer possibilidade de diálogo fértil entre conhecimento científico e outros saberes, despertando atitudes e comportamentos éticos, colaborando ao empoderamento de comunidades para resistir a homogeneização cultural, produto da universalização de um modelo modernista de desenvolvimento. Considerando-se neste contexto, que os processos políticos de reafirmação das identidade locais encontram suporte nos conhecimentos ancestrais que mantém as comunidades locais e que servem como embasamento político-cultural para configurar formas alternativas de desenvolvimento.
Neste sentido, defendem os autores que o conhecimento profundo, que requer a etnobotânica somente é possível, a partir de uma compenetração com a natureza, em um marco comunitário no qual muitos sujeitos ajudam para que exista uma aproximação respeituosa e afetuosa ao entorno natural.
A pluralização epistemológica, retira a etnobotânica da marginalização de conhecimentos imposta pela ciência positivista, reconciliando e integrando conhecimentos que tradicionalmente tem sido divididos desde a racionalidade ocidental. Uma questão que cabe analisar é a de se restringir a importância da etnobotânica como sendo apenas um ponto de partida no desenvolvimento de medicamentos fitoterápicos ou novos fármacos dentro do paradigma da medicina ocidental, numa visão de mercantilização do conhecimento e das experiências que detém as culturas sustentáveis. Como visto, as possibilidades de compreensão e utilização da etnobotânica vão profundamente muito além disso.
No caso das plantas medicinais, inserir a etnobotânica com vistas à sustentabilidade pode ser um bom mecanismo para garantir a existência do patrimônio biológico e cultural que estas representam, auxiliando no empoderamento de comunidades.
A transdisciplinaridade pode colaborar com este desafio, estabelecendo elos entre peças que foram isoladas, substituindo o modelo mecanicista pelo modelo sistêmico, que recupera e revitaliza os valores humanos, as artes, a ecologia, a ética, a estética e a transcendência, procurando tornar possível o diálogo entre ciência e tradições. Esta concepção resgata uma ciência comprometida com a vida (BORN, 2000).
Aliando-se a transdisciplinaridade à perpectiva de gênero, buscando-se recuperar a trajetória das mulheres com plantas medicinais na história a partir da etnobotânica e inserindo no contexto atual, na busca de sustentabilidade  vislumbra-se um  caminho. Um caminho que aponta para o empoderamento das mulheres, por meio da construção conjunta, com metodologias participativas, fortalecendo a organização e identidade destas.
A aliança entre ferramentas complexas como transdisciplinaridade e empoderamento de mulheres através da etnobotânica com plantas medicinais pode,  através da perspectiva de gênero,  trazer propostas de mudanças nas relações de gênero que estejam articuladas com a transição, para outro paradigma produtivo mais sustentável, integrando homens e mulheres.
E é neste sentido que surgiu a proposta do desenvolvimento de um processo de construção transdisciplinar com mulheres de comunidades da Região Sul do Brasil e Norte da Espanha tendo como foco o resgate de conhecimentos teórico-práticos sobre plantas medicinais e a promoção do empoderamento destas  populações no âmbito do desenvolvimento sustentável local.  
Mulheres conhecedoras de plantas medicinais do Sul de Santa Catarina (Brasil)

Cientes do caráter multidimensional da milenar temática “plantas medicinais”, que demanda abertura para a complexidade no campo científico, uma pequena equipe passou a se reunir na região sul do Estado de Santa Catarina – Brasil em 1996.  Desta equipe, nasceu um projeto, envolvendo representantes de diversas titulações universitárias e mulheres de comunidades da região, conhecedoras de plantas medicinais. Em reuniões mensais, as mulheres encontraram um espaço, desde uma perspectiva inclusiva e ampla. Uma planta medicinal era estudada a cada encontro, tomada como um “tema gerador”, para outros debates que abordavam questões relacionadas ao feminino e a natureza. Assim, as mulheres tiveram a oportunidade para colocar seus saberes adormecidos, resgatar a autoestima e aumentar o senso de coesão. Como fruto destas reuniões sistemáticas surgiu o Boletim Informativo da Equipe, com informações populares e científicas sobre plantas medicinais. A partir da ampliação da consciência do poder comunitário, as mulheres começaram a alargar sua atuação na esfera coletiva, guiando-se por princípios que foram identificados ao longo do processo de investigação e resgate de conhecimentos, tais como: a diversidade na unidade, a busca do desenvolvimento sustentável, a articulação inter-setorial, a integração da arte, cultura, ciência e espiritualidade, a gestão de conflitos através do diálogo, a dialética entre o local e o global (CHECHETTO, 2003). Passam a atuar, desta maneira, regionalmente na promoção do cultivo agro-ecológico de plantas medicinais, a nível estadual na construção do que hoje é conhecida como uma Rede Catarinense de Plantas Medicinais, colaborando na organização de eventos. A nível nacional, atuam cosntrução da Política de Plantas Medicinais e Fitoterápicos e Política de Práticas Integrativas e Complementares no Sistema Único de Saúde, incluindo a Fitoterapia, políticas estas, aprovadas no país em 2006, coroando um momento há muito esperado, de soberania.
Em 2010, a Rede Catarinense de Plantas Medicinais encontrou uma de suas conexões no conhecimento sobre investigações com mulheres, realizadas por Cruz – Souza (2006) no Norte da Espanha, incluindo a Montanha Palentina, focalizadas na linha do desenvolvimento rural sustentável.
As investigações têm sinalizado que as mulheres, vem sendo protagonistas do êxodo rural, tendo sido expulsas, por fatores sociais e ecológicos determinados pelo modelo de desenvolvimento economicista vigente.
A autora, depois de ter entrevistado mulheres de comunidades daquela região, propõe ações para o desenvolvimento rural sustentável, entre elas, a construção de redes entre grupos de mulheres, impulsionando o intercâmbio de experiências, apoio a construção de identidades femininas com plena participação de mulheres, promoção do desenvolvimento rural integral na visão feminina, como narradoras válidas de suas próprias necessidades, expectativas e experiências com a busca de soluções criativas a seus problemas cotidianos.
Neste sentido, inicia-se uma proposta de um processo de construção, a partir da metodologia participativa de resgate de conhecimentos sobre plantas medicinais, desenvolvida no sul do Brasil.
A proposta conta com o apoio da Universidade Estadual Paulista do Brasil, da Cátedra de Gênero da Escola de Educação de Palencia da Universidade de Valladolid e Instituto Universitário de Investigação em Gestão Florestal Sustentável, Associação de Mulheres pela Igualdade Tecendo Mudanças do Projeto de Cooperação Igualar de ACD Montanha Palentina e Projeto Ruralab da Associação Interterritorial País Románico.
O processo inicia em Salinas de Pisuerga, em fevereiro de 2012, com uma oficina denominada “Plantas Medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade” e segue com outras 4 oficinas nas comunidades de Estalaya, Canduela, Villanueva de Henares e Monasterio.
Ao final do processo, as próprias mulheres, na voz de uma representante, têm a oportunidade de se expressarem, em um Seminário organizado na Universidade de Valladolid sobre Interdisciplinaridade e Plantas Medicinais, que visava integrar os diversos atores sociais mobilizados, representantes da universidade e das comunidades:
 “ …eu vou contar como tem sido nossa experiência…como surgiu tudo isto…este processo…estávamos em fevereiro , e nos vem a idéia de fazer uma oficina de plantas medicinais, porque estava na Universidade de Valladolid uma estudante do Brasil, com umas idéias…bom…pois queria ter um contato com nós, mulheres da Montanha Palentina …então, nos dispusemos a participar, nós, as sócias da Associação de Mulheres pela Igualdade Tecendo Mudanças, e fomos convidando mais gente de nosso entorno e de outras associações que pudessem ter interesse… e assim tem sido…pouco a pouco… temos organizado 5 oficinas… nossa tarefa tem sido de resgate popular, em diferentes localidades, evidentemente os contrastamos em determinados momentos, pois podíamos identificar uma planta que em um “pueblo” se chamava de uma maneira e as vezes não sabíamos de que se estava tratando…  mais que uma revisão científica dos usos e virtudes que se lê nos livros, tem sido um resgate de conhecimentos e me parece que isto tem um outro valor…”( Representante das participantes das Oficinas Plantas Medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade).
A representante, destaca ainda que:
“…temos conhecido diferentes “pueblos”. A Montanha não é muito grande, mas temos nos movimentado em diferentes lugares. Muitas não conheciam estas regiões …pudemos ver o entorno de diversas localidade. Cada oficina era organizada por uma pessoa que tinha a ver com esta localidade. Por exemplo, em Estalaya, quem organizou foi a prefeita, e tratou de convencer as “sábias de Estalaya”, as mulheres conhecedoras desta região para que elas contribuissem um pouco, pelas plantas que utilizavam…então a pessoa que organizava, tentava agrupar as pessoas conhecedoras e que usavam plantas nesta região. E isto nos pareceu algo muito valiosos nestas oficinas.” ( Representante das Oficinas Pantas Medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade).
E relata sobre cada uma das Oficinas:
“ …a primeira se desenvolveu em Salinas de Pisuerga e a pesquisadora de Brasil, nos expôs todo o projeto desenvolvido lá e nos apresentou uma metodologia de trabalho, que pelo visto, é similar a que utiliza em seu país, que a mim, pelo menos me agradou muito…usávamos a planta com um presente…havíamos levado plantas para a oficina, as que se usava nesta região…se apresentavam duas pessoas voluntárias. Uma, ia dar um presente,  a outra recebê-lo. O presente era a planta, que  a pessoa que ia escolher a  que mais gostasse, por seu colorido, pelo que sabias dela, pelo  que não sabias…e então a idéia era transmitir um pouco este conhecimento…e nos pueblos havia bastante gente de mais idade, que transmitem conhecimento para as gerações seguintes.…efetivamente a dinâmica era ativa e participativa…se conseguiu com que todas participassem.  No princípio as pessoas diziam: - eu não sei muito de plantas…mas agora, estamos vendo, que conhecemos…e fomos aprofundando…primeiro em Salinas e logo em Estalaya…em cada lugar levávamos plantas da região …as vezes consultávamos livros para encontrar o nome científico da planta que estávamos falando…e não falávamos somente das plantas medicinais e curativas, mas também de suas aplicações na culinária…e ao final sempre levávamos um pouco de comidas, feitas com plantas …pois não faltavam degustações nestes encontros” ( Representante das Oficinas Plantas Medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade).
A representante, continua seu sua fala, sobre a próxima oficina e outras atividades:
“ …outra oficina foi em Canduela, como dissemos, sempre organizada por pessoas que vivem no local, que tem alguma responsabilidade… para que viessem as mulheres da região…e desta forma temos desfrutado da riqueza da Montanha Palentina, de toda a sua paisagem, de sua gente e dos conhecimentos destas mulheres. Logo, entre as oficinas, fizemos diversas atividades. Visitamos em Cervera de Pisuerga a uma mulher de 103 anos, que está, creio, como qualquer uma de nós…porque esteve em entrevista que durou mais de duas horas e sem se cansar, falando…com 103 anos…vê, ouve, entende…e poderia ser pelo uso consumado das plantas medicinais. Temos também visitado uma associação de produtores de plantas medicinais…muitas mulheres   a principio entraram nas oficinas dizendo: eu quase não sei nada de plantas medicinais. Mas quando viam as plantas, começavam a falar: - esta serve para tal, e esta outro para tal… e se falavam de uma planta que não sabíamos de que estavam falando, iam até a horta e a traziam…também se levava produtos que tinham em casa como o óleo de hipérico, pomada de arnica. E se falava em costumes e rituais, usos veterinários, se falou muito…porque a pecuária da Montanha Palentina necessitava destas plantas para curar seus animais… a nossa frase “ não sabemos  nada”, afinal se converteu no que usávamos para curar as feridas do gado, para enfeitar as ruas na festa de Corphus e quando estas plantas usadas estavam secas, no pó que usávamos para cicatrizar feridas…”( Representante das Oficinas Plantas Medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade).
A representante finaliza sua fala:
“ …finalmente a última oficina foi em Monastério …fizemos receitas de cosméticos com duas companheiras que resgataram estes conhecimentos dos pueblos…nesta oficina ainda, um vizinho do Monastério nos trouxe a sete-sangrias, ,muito usada nesta área para o colesterol, encontramos a sempre viva, que para  uma das participantes da oficina é uma digna substituta em nossa região, da aloe…sem falar nos licores de ervas, infusões… empanadas, torta de ruibarbo, madalenas ecológicas de Canduela, geléias…uma pequena degustação das plantas, que tivemos a oportunidade de provar…e de tudo isto, podemos dizer que não é o final das nossas oficinas de plantas medicinais…” (Representante das Oficinas Pantas Medicinais e Mulheres em Busca de Sustentabilidade).
Na avaliação final dos atores envolvidos incluindo alguns homens que participaram ativamente, o processo de construção tem sido, muito mais que os conhecimentos levantados sobre as plantas da região através da etnobotânica, um resgate da importância de trabalho em equipe unindo pessoas de diferentes áreas; da necessidade de conservar o ambiente; da importância de criar espaços de encontro para o conhecimento e o desfrute, tanto individual como coletivo; da percepção da capacidade agregadora das plantas, que fizeram com que muitas mulheres tenham participado das reuniões;  da possibilidade de criar novas redes nos territórios; da participação e influência das mulheres na esfera coletiva, da participação política e do empoderamento e  visibilização de mulheres sábias, do reforço das relações entre mulheres e homens, superando os esteriótipos de gênero; do desejo de continuar …em busca de sustentabilidade  seja no sul do Brasil ou no norte da Espanha.
                               Mulheres conhecedoras de plantas medicinais no Sul de Santa Catarina

REFERÊNCIAS
ARENAS,A.; CAIRO,C. Etnobotánica, modernidad y pedagogía crítica del lugar. Utopía y Praxis Latinoamericana, 14 (44), 69-83.
BOHR, N. Atomic physics and Human Knowledge. Science. Editions Inc. 1961.
BORGES, et al. La inserción de las plantas medicinales em la práctica  de enfermería: un cresciente desafío. Enfermería Global. Revista Eletrônica Cuadrimestral de Enfermería. Febrero 2010.  n. 18. Disponível em www.u.m.es/eglobal/ Universidade de Murcia, COPYRIGHT Servicios de Publicaciones. Acesso em 15 out. 2010.
BORN, G.C.C. Plantas medicinais da Mata Atlântica (Vale do Ribeira – SP): extrativismo e sustentabilidade. 2000. Tese (Doutorado em Saúde Pública)- Faculdade de Saúde Pública, Universidade de São Paulo, São Paulo, 2000.
BURG, I.C. As mulheres agricultoras na produção agroecológica e na comercialização em feiras no sudoeste paranaense. 2005. Dissertação (Mestrado em Agroecossistemas) – Centro de  Ciências Agrárias, Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis, 2005.
CHECHETTO, F. Rede Catarinense de Plantas medicinais: uma abordagem transdisciplinar para a saúde coletiva. 2003.  Dissertação ( Mestrado em Saúde Coletiva) - Universidade do Sul de Santa Catarina.  Tubarão, 2003.
CRUZ-SOUZA, F. C. Género, psicologia y desarollo rural: la construcción de nuevas identidades. las repercusiones sociales de las mujeres en el medio rural. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2006.
CRUZ SOUZA, F. (coord.). Perspectiva de género em el desarollo rural: programas y experiencias. Palencia: Asociación País Románico. España. 2012.98 p.
LIMA, E.A.C. Diálogos com a natureza, saberes dos povos da floresta amazônica. In: ENCONTRO DE ESTUDOS MULTIDISCIPLINARES EM CULTURA,4, 2008, Salvador. Bahia, Anais... Salvador.Bahia: Faculdade de Comunicação/UFBa, 2008.
MIGLIORI, R. Oque é transdisciplinaridade? Nos da Comunicação. Em http://www.migliori.com.br/videos_folhas.asp?id+8. Acesso em 11/06/2008.
MORIN, E.: HULOT.N. El año I de la era ecológica. Barcelona: Ediciones Paidós I bérica, 2008.
PRIORE, M. Magia e medicina na colônia: o corpo feminino. In: História das mulheres no Brasil. 2. Ed. São Paulo: UNESP, 1997.
SÁ, I. M. A interdisciplinaridade na pesquisa de plantas medicinais de uso tradicional. Revista de Ciências Agroveterinárias, Lages, v. 5, n.esp.1, p.7-12, 2006.