Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

lunes, 25 de agosto de 2014

"IN XOCHITL IN CUÍCATL" (Flor y Canto). Sobre las palabras que sanan.

Autor: Oscar Adrián Tapia Velázquez.

(Licenciado en Pedagogía por la UNAM. Profesor de italiano y profesor de inglés en la Universidad Tecmilenio de la Ciudad de México y Universidad Aliat ETAC en el Estado de México. Como traductor de libros, destacamos el reciente título aparecido y presentado en nuestro blog: "The limpia in the mesoamerican ethnomedicines" (Aparicio & Di Ludovico, Bubok Publishing). Es un investigador interesado por las cuestiones sociales y especialmente por las de su medio, prestando importancia al aspecto del bienestar y a los distintos modos de entenderse en culturas diversas).


"IN XOCHITL IN CUÍCATL"
(Flor y Canto)
Sobre las palabras que sanan…

“La más destructiva de todas las armas no es la espada 
ni el cañón, los cuales pueden herir el cuerpo o demoler un muro.
La más terrible de todas las armas es la palabra,
la cual puede arruinar una vida sin dejar rastro de sangre y,
cuyas heridas nunca sanan.
Déjanos ser, entonces, maestros de nuestra lengua y
no esclavos de nuestras palabras”.
(Paulo Coelho. El manuscrito encontrado en Accra)


Estas líneas quieren ser un punto de reunión en el que se encuentren algunas de las palabras más bellas de la literatura nativa mesoamericana, en particular de la poesía náhuatl. Así como de la herencia literaria hispanoamericana que nos deja la experiencia de la convivencia con nativos mesoamericanos, esto, por medio de un cuento de Gabriel García Márquez: “Un hombre muy viejo con unas alas enormes” que resume muy bien la experiencia de los choques culturales. Hoy en día es importante abrirse a lo diverso puesto que en la diversidad se hallan versos y palabras que pueden sanar más allá del cuerpo y sus males, la palabra sana el “alma” que muchas veces herida va en detrimento de la salud.
La elección ha sido tomada de forma arbitraria porque la riqueza lingüística de los nativos mexicanos y la tradición literaria hispanoamericana son vastas y no se podría elegir una sola de ellas.
Es un hecho conocido que la poesía náhuatl goza de una gran difusión en el contexto mexicano actual, las interpretaciones y explicaciones que se han hecho de ella responden a cuidadosos estudios de lingüistas, antropólogos, historiadores, etc., por lo cual se considera oportuno dejar pasar aquí, con las palabras admirables, un poco de bienestar a quien participe de esta lectura.
Se propone a continuación un breve pero completo análisis sobre la importancia de la palabra (sobre todo oral) para los nativos, quienes plasmaban en sus cantos, versos y poesías, toda la experiencia y emociones agraciadas de su fúlgida cosmovisión. A través de cuatro poesías el lector tendrá la posibilidad de sumergirse en su melodiosa rima, de identificar experiencia de vida, de adoptar por medio de la apacible aceptación y reflexión las enseñanzas de antiguos mexicanos que supieron figurar las inquietudes de las personas, aquéllas que nos forjan como sujetos. Además de la descripción de un cuento contemporáneo que por medio de alusiones metafóricas como las encontradas en la poesía náhuatl nos habla sobre encuentros.
Por medio de la palabra, se exhorta al lector a encontrar en sí mismo la cura a los males que le aquejen. Pero, ¿qué tan importante es la poesía, la metáfora, el canto, la palabra melodiosa para las culturas originarias mesoamericanas?
No cabe duda que es primordial. A pesar de que por tradición, la lengua escrita en náhuatl no había sido cardinal sino en los últimos tiempos puesto que se sabe que la escritura pictográfica e ideográfica ocupaba un lugar primario en los rituales religiosos, en los acontecimientos sociales, en la sucesión de gobernantes, por lo que la tradición de la trasmisión oral era promovida sobre la escrita. Lo anterior no tiene nada de malo, más responde a una percepción distinta de la vida.
El universo simbólico representado en la tradición oral-escrita de la poesía en lengua nativa nos habla sobre el orgullo étnico que abate las barreras del pensamiento común; muchas veces interpretar la poesía nativa en otra lengua (como el castellano) puede ser una tarea difícil. Esto porque de acuerdo a estudiosos del tema, el orden morfosintáctico; es decir, el orden de las palabras en la cadena de oraciones, puede ser muy diferente. El náhuatl por ejemplo, posee un alto y complejo sistema semántico cargado de alusiones, lo cual nos habla de su cosmovisión, posee un número importante de arcaísmos lingüísticos inexistentes en otro idioma lo que los hace casi intraducibles en alguna lengua moderna. Esto nos remonta a su discurso ceremonial milenario con el cual representaban sus “oraciones-rezos”, que más bien eran cantos- poesía.
El discurso que es representado en la poesía náhuatl deja entrever el sentido axiológico del hombre que es un ser en concordancia con su “espíritu” más sagrado. “In xochitl in cuícatl” simboliza la esencia de la poesía indígena, aquélla que va encaminada hacia la observación de la naturaleza, tanto la circundante foresta como la naturaleza humana con todos los bemoles de las emociones que nos regala la vida.


Dar un rumbo al corazón

"¿Qué era lo que acaso tu mente hallaba?
¿Dónde andaba tu corazón?
Por esto das tu corazón a cada cosa,
sin rumbo lo llevas: vas destruyendo tu corazón.
Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo?".

Moyolhuica

"¿Tle in mach tiquilnamiquia?
¿Can mach in nemia′n moyollo?
Ic timoyol cecenmana.
Ahuicpa tic huica: timoyolpopoloa.
¿In tlalticpac can mach ti itlatiuh?

“Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo?” Puedes ir sobre los actos bondadosos, centrarte en aquellas cosas que poseen un sentido verdadero: la familia, los amigos, la verdad con uno mismo. Por medio de su lengua, (como lo hacemos nosotros) los nativos manifestaban la carga de valores que les son atribuibles.
Es oportuno recordar que durante la “conquista” de las Américas se usó en efecto la lengua castellana como idioma para la evangelización, aunque en este caso el propósito real fue la suplantación de los ideales indígenas en aras de impulsar la economía mercantil de la corona española; por ello, es preciso observar dónde anda tu corazón, no permitir que la mente, la razón (sinrazón) se imponga sobre la cosa más importante de la vida: el amor.
Cierto es que no todo es blanco y negro durante este periodo del origen mestizo mexicano, puesto que existió un autor que valorizó la gran importancia de la cosmovisión mesoamericana. Fue Fray Bernardino de Sahagún quien logró recopilar gran parte de la herencia cultural nativa en su Historia general de las cosas de la nueva España o Códice Florentino. Sin más, hoy en día se es participe del auge pujante sobre la necesidad de revalorizar una visión ancestral que va en concomitancia con la imperiosa búsqueda de valores universales: el mundo no requiere más gente “exitosa” desde la visión capitalista sino personas que se donen a los otros; por medio de las palabras plasmadas en poesía y un exhaustivo pero gratificante esfuerzo podemos comprender cosmogonías ancestrales.

Flor y canto: Recuerdo del hombre en la tierra

¿Sólo así he de irme
como las flores que perecieron?
¿Nada quedará de mi nombre?
¿Nada quedará de mi fama aquí en la tierra?
¡Al menos flores, al menos cantos!
¿Qué podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado,
en vano hemos brotado en la tierra.

Ma nel xóchitl, ma nel cuicatl

¿Zan ca iuhquin o yaz
in ompopoliuh xochitla?
¿An tle notleyo yez in quenmanian?
¿An tle nitauhca yez in tlalticpac?
¡Ma nel xochitl, ma nel cuicatl:
¿Quen conchihuaz noyollo yehua?
0 nen tacico,
tonquizaco in tlalticpac.

Por ello, que no se haga de nuestro paso por la tierra una estadía austera: “al menos flores, al menos cantos”; es decir: al menos actos bellos, al menos palabras dulces que quedarán como un recuerdo de qué fuimos y nos dimos a los demás.
Como se ha mencionado anteriormente, la oralidad en lengua nativa representada después en cantos-poesía permite a quien la escucha y se deja seducir por sus acordes hacia espacios de reflexión, por medio de la palabra, de la repetición ceremoniosa se puede acceder a una realidad alterna que sublima a la consciencia. El ritmo, la tonalidad, incluso la carga emotiva permite a quien la declama sumergirse en la reflexión más pura, aquélla que nos habla desde el interior.
El canto-poesía del hombre precolombino era un eficiente aparato de sanación ya que por medio de las palabras bellas se demostraba la imperiosa necesidad de exaltar la armonía, de crecer como personas. Se piensa que la palabra está dotada de energía y ella es sólo el reflejo de las emociones de quien las emite. De esta manera, exclamando palabras sabias, con mesura y cadencia se es capaz de modificar la propia consciencia, asimismo, las palabras ásperas conducen no sólo a la perdición sino a la sumisión espiritual.
In Cuícatl (canto), por ejemplo, representa un manantial de vida, que fluye y como el agua transporta esencia, dona a quien declama poesía la sabiduría ancestral. Con los actos nobles: la flor (in xochitl) se conoce una cosmogonía orientada hacia el binomio hombre-naturaleza.

Fugacidad universal

"¿Acaso de verdad se vive en la tierra?
No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.
Aunque sea jade se quiebra.
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra,
no para siempre en la tierra: sólo un poco aquí′′.

An nochipa tlalticpac

¿Cuix oc nelli nemohua in tlalticpac Yhui ohuaye?
An nochipa tlalticpac: zan achica ye nican
Tel ca chalchihuitl no xamani
no teocuitlatl in tlapani
no quetzalli poztequi
An nochipa tlalticpac: zan achica ye nican

“No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí”. Seamos participes de estas sencillas líneas que con su austeridad nos recuerdan una realidad inexorable: estamos de paso por la tierra por lo que como estrellas fugaces debemos iluminar la existencia de las personas, ofrecerles vida.
Se sabe que la lengua (idioma) surge y se desarrolla solamente en sociedad; los nativos mesoamericanos nos regalan su esencia ya que la lengua es un mecanismo sígnico que es proclive a las interpretaciones a su vez sujetas a la historicidad por lo que su significado para ellos puede distar de lo que representa para nosotros. Por ello se apela a la capacidad innata del ser humano para interpretar con base en la consciencia más sagrada las palabras del canto-poesía náhuatl.
Tal vez con ello se pueda comprender que la energía vital transportada en las palabras por ondas sonoras hacia nosotros llega más allá, hasta el corazón, sube hasta la mente, se estanca en la consciencia y la reviste de carga trascendental, de vida, desciende hasta los órganos y los impulsa a seguir adelante. El canto-poesía, no es sólo ritmo, sino que la palabra genera en nuestro interior, imágenes bellas, maximiza la creatividad, dulcifica los movimientos del cuerpo e indudablemente mejora la salud puesto que contrarresta los males. Verbalizando “el mal” ya se le está combatiendo e invitando a abandonar nuestro cuerpo.
Se considera que para comprender la poesía, sobre todo la poesía autóctona es necesario mirarla con vehemencia; es preciso segmentar las cadenas discursivas para descifrarla, es necesario un trabajo de comprensión del subtexto o del sentido que se oculta detrás del escrito.
Por otra parte, Gabriel García Márquez ya nos hablaba de los riesgos que se corren al dejarse llevar por lugares comunes. Al no reconocer la belleza (diferente) de la concepciones arcaicas se limita el propio crecimiento, se camina por una vereda completamente ciegos tratando de resolver problemas con las mismas creencias gastadas. ¿Qué sentido podría en la actualidad reabrirse a antiguas cosmovisiones?
En el cuento del mismo autor: “Un hombre muy viejo con unas alas enormes”, podemos encontrar eventos que pueden ser calificados como extraordinarios que no pertenecen a la “realidad” cotidiana que como la poesía narra eventos desgarradores, hablan sobre las inquietudes de los nativos que son nuestras también.
Precisamente en esa narración ágil puesto que existe una ruptura del tiempo lineal, se refiere a los eventos con alusiones no explícitas que permiten al lector dejar correr la imaginación; así, se puede percibir la admiración que experimentaron Elisenda y Pelayo (los personajes principales) al encontrar a un hombre con un mal estado físico el cual en un principio suscitó admiración entre la gente del pueblo puesto que pensaban que era un ángel.
Cabe destacar que la percepción de la gente acerca de su localidad, era el retrato de una tierra desolada, abandonada por las bondades de la naturaleza, a la cual hedores fétidos la acompañaban (esto representa las palabras destructivas), quizá esa misma imagen hacía que percibieran al visitante (ángel-nativo) como alguien desagradable y no como alguien que necesitaba ayuda y llegaba para darles la oportunidad de ser mejores.
Tanta fue la conmoción que causó la llegada de este “señor tan viejo” que comenzaron a abandonar la cordura por el prejuicio, sin escatimar además en divulgar rumores sobre su visita, comparándolo incluso como un ser maligno de acuerdo al padre Gonzaga. (un personaje del cuento).
En su ir y venir dificultoso, por su estrecho espacio de recreación, el ángel se acostumbró a la intolerancia de la gente, disfrazada de curiosidad por algo que ellos no alcanzaban a comprender; poco a poco las infamias a las que el ángel era sujeto dieron lugar a la más profunda soledad y abandono.
La gente sin más acabó por ignorar su presencia puesto que el ángel no era comprendido ya que no respondía a los cánones de virtud, no poseía las cualidades que la gente consideraba buenas, “normales”, era para Elisenda como para muchos otros un infierno de ángeles (nativos) que de acuerdo a su visión, no cumplía con su función angelical que era quizás la de ser un objeto de belleza inconmensurable que trae bendiciones a los fieles devotos y que además esparce sus milagros a la gente de fe.
Sin más, y para alivio de los habitantes, el ángel emprendió el vuelo sin haber conocido una verdadera comunión con aquellos seres sin alas que no le dieron otra cosa que incomprensión y migajas de solidaridad. Para alivio de la gente y de él mismo, simplemente se marchó.
Al escudriñar más a fondo en el contenido de: “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, se puede entender que García Márquez tenía la visión de enfrentar por medio de la alusión literaria a dos mundos que son diferentes en su origen: la cultura originaria mesoamericana junto a la conquistadora europea. El ángel aquí, representa las comunidades autóctonas que con las características que le son inherentes como: cosmovisión, tradiciones, aspecto, lenguas, hábitos era percibido por la mirada europea como diferente, con una belleza exótica, con costumbres que no lograban entender; aquéllos como el ángel eran segregados en espacios donde podrían realizar sus “milagros”. El conquistador, atraído en primera instancia por su exuberante diferencia procura acercarse a él, al no comprenderlo lo percibe como una amenaza, lo anula e ignora intentando con ello tener un poco de paz.
Sus rituales (“milagros”) son demonizados por la iglesia, la incuria e intolerancia por su credo los catalogaban como actos salvajes, pecaminosos. Así como el padre Gonzaga reconocía su alma eminentemente creada por Dios; sin embargo y de acuerdo a la visión del Padre era menester guiarlos hacia cristianos preceptos.
Por ello, hoy más que nunca, hay que tener la mente abierta y el corazón limpio para acercarse a lo diverso. Una vez encontrado el puente de unión y comunicación será la palabra sabia, respetuosa, la que construya una imagen de hombre nuevo universal, que vaya más allá de convencionalismos como el origen étnico.
Finalmente y a manera de conclusión se quiere dejar al lector con una maravillosa poesía que nos habla sobre la importancia de existir con base en la armonía colectiva pero sobre todo la armonía interior ya que es exactamente lo que donamos a los demás: nuestras flores y nuestros cantos. La carga metafórica de esta poesía es incomparable puesto que nos habla sobre la importancia de reconocer nuestra “raíz”, nuestro origen esencial que va más allá de la raza. Invita pacientemente a hermanarnos con los demás. Al mismo tiempo nos recuerda que “en el más allá” nadie ha comprobado cómo son las cosas, que nadie tiene segundas oportunidades, la vida es ahora y como tal: ¡Existamos aquí! Con la danza, con el verso, demos flores y cantos.

Existamos aquí

¿Tienen raíz, son verdaderos los hombres?
Nadie acabará de entender
lo que es tu riqueza, lo que son tus flores,
¡Inventor de ti mismo!
Sin terminar dejamos las cosas.
Por esto lloro,
me aflijo.
Aquí entrelazo con flores,
a la nobleza, a los amigos.
¡Alegraos!
Nuestra casa común es la tierra.
En el lugar del misterio, allá,
¿También es así?
En verdad no es igual.
Sobre la tierra: flor y canto
¡Existamos aquí!

Ma ye ya nican

¿Yn tlaca′ ye nelli?
Yn ayac ye centlamitehuaz
monecuiltonol, moxochiuh,
¡Moyocoyatzin!
Zan toconcauhtehua.
Ye ica nichoca,
nicnotlamati.
Xochitica ye nican momamalina
yn tecpillotl, yn icniuhyotl.
¡Ma xonahuiyacan!
Yn cenchan: yn tlalticpac.
Quenonamican, ica,
¿No ye yuhcan?
Aya oc no yuhcan.
Yn tlalticpac: xochitl, cuicatl.
¡Ma ye ya nican!


Referencias

· Coelho, Paulo. Manuscript found in Accra (2014) Edit: Harper. Londres Inglaterra
· Garibay, Ángel María. Historia de la literatura náhuatl. (1987) Edit: Porrúa. México DF.
· García Márquez, Gabriel. Cuento: “Un hombre muy viejo con unas alas enormes” (1999) Edit: Norma México.

Referencias electrónicas:
· Montemayor, Carlos. Ensayo: Cara íntima de México (2005) en: www.revistadelauniversidad.unam.mx
Consultado el 16 de abril de 2014
· Montemayor, Carlos. Artículo: La literatura en lenguas indígenas (2005) en: www.jornada.unam.mx
Consultado el 27 de abril de 2014.
· Naranjo Zavala Krishna. Artículo: La literatura en lenguas indígenas (2011) en: www.razonypalabra.org.mx
Consultado el 17 de mayo del 2014
· Máynez Vidal, Pilar. Artículo: Lenguas y literatura indígenas en el México contemporáneo. ELIAC (2007) en:
www.historicas.unam.mx
Consultado el 14 de marzo de 2014.
· Waldman M. Gilda Ensayo: El florecimiento de la literatura indígena (2008) en: www.bibliojuridica.org
Consultado el 14 de mayo del 2014.
· Dar rumbo al corazón
· Flor y canto: Recuerdo del hombre en la Tierra
· Fugacidad universal
· Existamos aquí
(tomadas del sitio)
www.palabravirtual.com

viernes, 15 de agosto de 2014

Creación de un espacio intercultural inspirado en el temazcal tradicional oaxaqueño


Autores: Alfonso J. Aparicio (Antropólogo de la salud y Docente. Investigador) – Boris Aparicio (Estudiante de Arquitectura y Antropología. Investigador).

El presente artículo pertenece a la ponencia que los autores expusieron en el X Congreso Internacional de Arquitectura de Tierra (X CiaTTI 2013) Cuenca de Campos, provincia de Valladolid; publicado en:"Construcción con tierra, Pasado, Presente y Futuro" - Congreso de Arquitectura de Tierra en Cuenca de Campos 2012

Coordinadores: Félix Jové Sandoval. José Luis Sáinz Guerra.
ISBN: 978-84-616-3485-9
D.L.: VA 257-2013
Impreso en España
Abril de 2013
Publicación online.

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción.

RESUMEN
Las relaciones entre países y culturas a lo largo y ancho del mundo suponen en la actualidad la posibilidad de sumar conocimientos y experiencias provenientes de tradiciones y gentes distintas a las de nuestros lugares de origen.
Queremos reflejar en este trabajo el valor de la interculturalidad desde una aproximación arquitectónica y antropológica, la conjunción de dos culturas materializada en una construcción cargada de simbolismo: el temazcal mesoameriacano. En su origen, significa muchas cosas, una de ellas: la regeneración físico-simbólica de la persona. Se trata de una construcción cupular en tierra, de tamaño variable, que se calienta para producir vapor a partir de agua con plantas. Este baño de vapor tiene efectos de bienestar sobre el cuerpo y sobre los constituyentes no físicos de la persona. Regenera, limpia, desbloquea, hace “morir” una parte del ser y “nacer” otra.
A partir de esas ideas originarias hemos querido construir un espacio parecido en un contexto sociocultural distinto (el nuestro, occidental), con el fin de aprovechar sus ventajas para la salud y para el bienestar físicos. Pero también para provocar, a través de la experiencia, sensaciones variadas que nos permitan regenerar las partes de nuestro interior más afectadas por el estrés de la vida cotidiana en nuestro medio occidental.

PONENCIA

1.- Introducción (aclaraciones, objetivos, métodos…)
Empezaremos comentando e intentando aclarar un aspecto importante: entendemos por “espacio intercultural” el contexto (físico social y cultural) resultante de interacciones de personas pertenecientes a distintas colectividades y tradiciones.
Es necesario que la cultura 1 y la cultura 2 estén en contacto el suficiente tiempo para que surja y se desarrolle la cultura 3. Aquí hablaríamos de una interculturalidad “natural”. Pero entendemos que el hecho de la interculturalidad también nace del deseo, personal o colectivo, de juntar o articular convenciones diferentes. En esta ocasión, la interculturalidad resultante proviene de un plan. Es el caso aquí expuesto y explicado.
Quisimos, pues, articular una convención originaria relacionada con el bienestar y la salud (el baño ritual temazcal) con otra, la nuestra, occidental.
Nos interesamos por este proyecto,
a)    Porque conocíamos previamente el temazcal oaxaqueño así como sus simbolismos, a raíz de varias estancias en Mesoamérica trabajando en un estudio sobre etnomedicinas locales.
b)    Porque, tanto el soporte físico (construcción) como la información asociada tienen (en el temazcal originario) una relación estrecha con la tierra. El temazcal como edificio se suele construir con adobes y, como baño ceremonial, está ligado a la “madre tierra”, pero también al “fuego purificador”, al agua (vapor) y al aire-viento (movimientos del calor y del vapor). En el contexto originario, tierra, agua, fuego y aire tienen la doble visión física (sensorial) y simbólica.
c)    Porque nos pareció (fuera del estricto simbolismo originario) un medio válido y útil en nuestro contexto occidental beneficioso para la salud y bienestar, visto ya como baño culturalmente transformado.
Nuestros objetivos específicos fueron:
a)    Recrear un temazcal oaxaqueño
b)    Articularlo tanto física como simbólicamente con nuestro pensamiento occidental y nuestro concepto del relax y del bienestar
c)    Utilizarlo para el ocio y/o como complemento de la salud
En una conjunción de aspectos culturales diferentes, hay que tener muy en cuenta el respeto de los unos por los otros; de lo contrario, podemos caer en actitudes etnocentristas, desembocando en el colonialismo cultural y el apropiamiento de lo que no nos pertenece.
Nuestro ensayo no pretende reproducir la convención originaria del baño ritual mesoamericano. Se trata de una manera distinta de concebir el bienestar del vapor, combinando elementos tradicionales y étnicos diversos.
Según Clifford Geertz (1990) las culturas sólo pueden-deben ser explicadas por sus protagonistas, es decir, aquéllos que las crean y viven. Por ello, no nos corresponde a nosotros explicar los significados simbólicos locales del baño ritual. Volcar en estas líneas las referencias amplias de los originarios consumiría excesivo espacio y se alejaría del tema específico del trabajo. Algo expondremos, no obstante, pero remitimos al lector a nuestras publicaciones (ver bibliografía):
-    Cultura tradicional de salud y etnomedicina en Mesoamérica
-    La limpia en las etnomedicinas mesoamericanas
-    The limpia in the mesoamerican ethnomedicines
-    El temazcal en la cultura tradicional de salud y en la etnomedicina mesoamericanas
De otros autores, destacamos la obra de Jacques Galinier (ver bibliografía).
Siguiendo a Clifford Geertz (1990), nos corresponde a nosotros explicar nuestro proyecto. Dado que confluyen en él dos disciplinas, la arquitectura y la antropología de la salud, creemos que, sin ánimo de hacer particiones inconexas, es bueno que dediquemos una parte de la explicación al temazcal como construcción y otra al temazcal como baño y sus simbolismos.
En cuanto a los métodos, teníamos que conjugar dos aspectos:
a)    El acercamiento comprensivo al temazcal originario.
b)    El proceso constructivo
La aproximación a la comprensión del temazcal original se hizo a través de la etnografía, método antropológico por excelencia que, junto con la específica OP (observación participante, propia del trabajo de campo) constituyeron las grandes herramientas para indagar y obtener la información sobre el contexto estudiado.
Las estancias previas en Mesoamérica nos permitieron disponer de esa información. En la etnografía, cabe tanto la perspectiva ethic (datos e informaciones obtenidos por procedimientos verificacionistas) como la emic (punto de vista del protagonista de la cultura estudiada, sus relatos de experiencia).
El conocimiento del proceso constructivo nos ayuda a identificar rasgos de las referencias originarias a considerar en el nuevo proyecto. La materialización del mismo la llevamos a cabo, pues, siguiendo orientaciones de ejecución para el uso del adobe así como referencias de informantes sobre la construcción de un temazcal tradicional mesoamericano.

2.- El temazcal físico (la construcción)
El temazcal es el baño de vapor ceremonial-terapéutico de Mesoamérica. De origen prehispánico, se utilizaba principalmente para las parturientas después de dar a luz. La finalidad: limpiar a la mujer de la suciedad (simbólica) y elementos residuales del parto (Aparicio, 2008).
Impulsado como elemento de la cultura maya, fue acogido por el resto de pueblos con que éstos tuvieron contacto, de tal modo que, hoy día, podemos ver referencias por todos los territorios mexicanos, especialmente en Oaxaca y Chiapas1.
Si bien su finalidad se ha mantenido inalterada a lo largo del tiempo, la materialización de este  elemento como recinto cubierto, habitáculo o edificio se nos presenta como una realidad muy diversa.
No existen unas constantes formales que definan cómo es o ha de ser un temazcal. Sin embargo, ya sea en planta circular, cuadrada o rectangular, levantada en más o menos tiempo con piedra, adobe, madera o caña y resuelta su cubrición de un modo u otro, siempre permanecen presentes en la comprensión del temazcal unas condiciones que nos permiten hablar  de una tipología de temazcal. Éstas serían:
a)    Configuración de un único espacio, oscuro.
b)    Con un único acceso, reducido, orientado hacia el Norte2.
c)    Ubicación de una fuente de calor en contacto con piedras de gran inercia térmica (por lo general de origen volcánico, sólamente o en combinación con cantos rodados) que alcanzan y mantienen grandes temperaturas y, al arrojar agua sobre ellas, desprenden el vapor en el interior del temazcal.
d)    Salida de humos procedentes de la combustión.
En nuestro caso, hablamos de un emplazamiento exterior vinculado a una vivienda, en la localidad de Villaconancio de Cerrato (Palencia).

En primer lugar, tuvimos que escoger el sitio y preparar el suelo para la ejecución de una pequeña cimentación en forma de solera. Una vez ejecutada ésta, comenzamos el proceso de construcción con la ofrenda de cacao, tal como señala la tradición mesoamericana3.


Fig. 01. Acto de la ofrenda del cacao. Fuente: Boris Aparicio.

Nosotros hemos optado por la formalización en planta circular, como referencia al torito o la yurte siberiana (Aparicio, 2008).


Como material, hemos empleado la tierra propia del territorio donde se halla emplazado, siguiendo también los consejos de informantes locales. Los muros, cuentan con unos 30 cm de espesor en forma de adobes unidos con mortero de barro y paja.
A nivel estructural, se trata de una falsa cúpula, por aproximación de hiladas, apoyada sobre un tambor cilíndrico. Barajamos otras soluciones para la cubierta pero, por economía de medios así como por sencillez de ejecución, unido a la integridad que supone el hecho de ser un único elemento continuo que se continúa y termina cerrando, elegimos finalmente la opción que hemos señalado.



Fig. 02. Croquis del temazcal tratado. Fuente: Boris Aparicio y Alfonso Aparicio.

Pese a la forma circular, que invita a intuir la ubicación de la fuente de calor en el centro del espacio interior, hemos situado ésta, siguiendo las indicaciones de Dª Norma (Aparicio, 2008), fuera del habitáculo, evitando así la presencia de humo y ceniza sin necesidad de abrir un óculo en la parte superior.
Tenemos por lo tanto un cuerpo sólido de tierra que recuerda a un iglú, con dos aperturas, ambas adinteladas y a ras de suelo. La primera, el acceso (orientado al Norte) y la segunda, enfrentada, una pequeña ruptura de la continuidad de la tierra para la ubicación de las piedras volcánicas a modo de porción de muro practicable (para la sustitución periódica de dichas piedras, 51 concretamente4) que desde fuera recibe el calor del fuego y desde dentro el agua para producir el vapor.
La duración de la ejecución del temazcal fue de 9 días5


Fig. 03 y 04. Secuencia del proceso de construcción del temazcal. Fuente: Boris Aparicio y Alfonso Aparicio.


3.- El temazcal como baño y sus simbolismos.
El temazcal como baño ceremonial en su contexto originario se relaciona directamente con los mundos de creencias y con los modos de entender y atender en salud-bienestar.
Dicho baño viene a ser una “limpia” especial. La “limpia”, nos dicen los locales mesoamericanos, es un procedimiento por el que se eliminan al cliente o paciente “residualidades tóxicas” en el plano físico, en el psíquico, en el emocional, en el “espiritual”, en el “energético” y en otros. Se pueden pasar o frotar determinadas plantas (ramos de pirul, ramos de romero,…) alrededor de la persona; se pueden pasar huevos; se puede sahumar con copal e inciensos diversos; se puede envolver en vapor de cera derretida, etc. Con éstos y otros procedimientos y medios, el “mal” es eliminado.
En el temazcal, visto como tipo especial de “limpia”, la parte negativa de quienes entran, relacionada con las distintas adherencias tóxicas, “muere”. Cuando aquéllos salen, lo hacen como personas nuevas. En las tradiciones ancestrales se compara el temazcal con un gran útero en el que se gestan los cambios para renacer.
El fuego, el agua (vapor), los ramos de plantas para frotarse, los cánticos y rezos del conductor o la conductora de la ceremonia y los movimientos diversos dentro del habitáculo (movimientos del vapor, movimientos interiores de las personas) son los activadores del proceso de transformación.
En el Códice Florentino (Sahagún, 1994) se habla del temazcal como medio de limpieza “especial” de la madre tras el parto. López Austin (1997) señala que en las tradiciones mesoamericanas, la concepción y gestación se veían dentro de las esferas conceptuales de lo pecaminoso. Por ello, cuando la parturienta daba a luz, era conveniente “limpiarla”. El baño ceremonial era el medio indicado para eliminar la “suciedad” simbólica y la física.
Hay relación entre los simbolismos del juego de pelota y el temazcal. Existen restos arqueológicos de temazcales junto a las canchas (sitio de Tenango del Valle de México, el temazcal en este caso de base cuadrada).
Se tienen sensaciones diferentes cuando uno entra en un temazcal operativo de la tradición indígena actual y cuando uno se sienta en la base de lo que fue un temazcal nahua. El contacto con los restos arqueológicos arrastra la imaginación al pasado. La vivencia del vapor ceremonial es una sucesión de sensaciones de desprendimiento y alivio (en palabras de los informantes y según nuestra experiencia).
Al idear nuestra construcción quisimos acercarnos más a experiencias saludables y relajantes que a vivencias y simbolismos amerindios.
En un encuentro intercultural nace un estándar cultural nuevo que tiene parte de las tradiciones que convergen y que a su vez traza rumbos diferentes con esos previos culturales. Cuando la nueva “convención” es resultado de un plan, se impone (se debe imponer) primero el respeto por las culturas que se juntan, y segundo la construcción y definición de la nueva identidad cultural.
Para lo primero ya hemos aclarado que sería un acto etnocentrista subyugar una tradición a otra. Para lo segundo, completar a lo ya dicho que nuestro baño de vapor pretende además de ayudar a crear experiencias saludables (sudoración por la que se eliminan sales residuales, reblandecimiento de tensiones y contracturas musculares, mejora de la movilidad articular, etc), activar la imaginación a través del recogimiento en un espacio reducido y oscuro; o simplemente “desconectar”, por unos momentos, a quien lo experimenta, de problemas, tensiones, ajetreos y estrés (físicos, mentales y emocionales) de la vida diaria.
Después del baño (e incluso durante el mismo) conviene remineralizarse con bebidas isotónicas. En mesoamérica, cuando se sale del temazcal, se suele descansar unos 20 minutos sobre esterillas, cubiertos con una manta, además de tomar un té de hierbas remineralizante. Se trata de un puente de tránsito simbólico y físico. A nivel simbólico, la persona se va uniendo a la “energía” que dirige el espacio de la cotidianeidad. A nivel físico, el cuerpo se adapta a su medio habitual.
Desde nuestra óptica añadiríamos que ese pequeño descanso ayudaría a acomodar al medio la temperatura corporal además de la presión arterial.

4.- Conclusiones.
No nos resultó fácil en un principio casar y articular tradiciones culturales y constructivas mesoamericanas, locales cerrateñas y tecnocientíficas.
A ello hubo que unir la armonización de dos disciplinas diferentes (antropología y arquitectura) con modos de ver distintos. La flexibilidad y el diálogo fueron claves de entendimiento. La confianza y el reparto de tareas también. No obstante, hubo puntos de diferencia que generaron su tensión.
Antropológicamente hablando, valoramos no sólo la interculturalidad resultante de la confluencia de tradiciones diferentes sino también el modo de resolver los problemas y conseguir un resultado con la interdisciplinariedad. En toda novedad hay que idear y ensayar modos y maneras de hacer también nuevas.
Nuestro proyecto despertó desde el principio curiosidad e interés tanto en nuestra tierra como en México. Socioculturalmente hablando, creemos que el trasvase de contenidos entre tradiciones diferentes es enriquecedor, aporta visión de otros ámbitos y contextos del “desarrollo” humano y ayuda a crear experiencias distintas, sobre todo cuando éstas tienen relación con el bienestar. La cerrazón y la falta de tolerancia impiden, a nuestro juicio, que la gente avance en armonía.


La apertura a la interculturalidad enriquece, en nuestra opinión, sobre todo cuando se construye sobre los pilares del respeto y de intercambios no colonizadores.




Fig. 05. Vista exterior del temazcal con los autores del mismo. Fuente: Boris Aparicio 
 


Citas y notas
1.    En otros pueblos amerindios, de Norteamérica, existen las llamadas sueat houses, “casas de sudor”.
2, 3, 4, 5. Según Dª Norma.

Agradecimientos
A la terapeuta de temazcal Dª Norma Yescas (Tutla, Oaxaca) por sus orientaciones. A Adobera del Norte (Amayuelas de Abajo, Palencia) por su asesoramiento, y al resto de nuestros informantes tanto americanos como castellanos.

Bibliografía
APARICIO, Alfonso J.
- “El temazcal en la cultura tradicional de salud y en la etnomedicina mesoamericanas”. En Gaceta de antropología, nº 22, art. 16. Universidad de Granada, 2006.
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APARICIO, Alfonso J., DI LUDOVICO, Francesco.
- La limpia en las etnomedicinas mesoamericanas. Ed. Académica española, 2012.
- The limpia in the mesoamerican ethnomedicines. Bubok Publishing, 2013.
GALINIER, Jacques. La moitié du monde. Le corps et le cosmos dans le rituel des indiens otomi. Presses universitaires de France. Paris, 1997.
GEERTZ, Clifford. La interpretación de las culturas. GEDISA. Barcelona, 1990
HOUBEN, Hugo, GUILLAUD, Hubert. Earth construction. A comprensive guide. ITDG Publishing, 2005.
LÓPEZ AUSTIN, Alfredo. Les paradis de Brume. Mythes et pensée religieuses des ancients mexicains. Ed. Maisonneuve et Larose. Paris, 1997.
MINKE, Gernot. Manual de construcción para viviendas antisísmicas de tierra. Forschungslabor für Experimentelles Bauen, Universidad de Kassel (Alemania), 2005.
PONGA, J. Carlos, RODRÍGUEZ, Mª Araceli. Arquitectura popular en las comarcas de Castilla y León. Junta de Castilla y León, 2003.
SAHAGÚN, Bernardino. Historia General de las cosas de Nueva España (Códice Florentino). Ed. Facsímil, nº 0238/3000, de la Biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia. Club internacional del libro. Madrid, 1994.
VVAA. Turismo de tierra en Castilla y León. 1º Congreso Internacional de Arquitectura sostenible. Valladolid, 2009.


jueves, 14 de agosto de 2014

Femeninología. Nota nº 40.

*FEMENINOLOGÍA
*Ciencia de lo femenino
Postulado: la irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del varón
Las fuertes resistencias contra lo femenino no serían de índole intelectual, sino que proceden de fuentes afectivas; la irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del varón que posee la decisión final en éste esquema, donde lo masculino sigue siendo la ley.
(Osvaldo Buscaya)
Femeninologia
Nota (40)

Los “profetas” de la perversa civilización exigen una vida justa y virtuosa, es decir, la renuncia a todas las satisfacciones instintivas, condenadas por nuestra moral, que representa un papel no solo predominante sino que dominante, especialmente, sobre la mujer.
En la evolución” abreviada del infante, la autoridad parental, en especial, el poderoso padre con su amenazante poder punitivo, induce a las renuncias instintuales estableciendo lo que está permitido y que vedado. Por lo tanto lo que en el infante se llama “bueno” o “malo” se llamará más tarde, mediante la sociedad y el “super yo” de la perversa civilización patriarcal, a través del varón: el “bien” y el “mal”; virtud o pecado.
El mal es todo aquello que desafía la ley del varón, que es el bien, pero no por ello habrá dejado de ser lo que antes era: renuncia a los instintos bajo la presión de la autoridad, que sustituye al padre (el varón) y que lo continua: Siendo el bien, la ley del varón, sacralizado como natural y evidente, que no se atina a fundamentarlo, solamente la perpetuada voluntad del protopadre, que nos aclara la original ambivalencia sexual del varón en la relación con el padre: “Sacer” no solo significa “sagrado, santificado”, sino también algo que solo atinamos a traducir como “abyecto”, “execrable”.
Todo lo que nos parece grandioso, enigmático y místicamente obvio en la ética de la perversa civilización patriarcal, debe tal carácter a su vínculo y origen de la voluntad del padre como poseedor del objeto – mujer.
No ignoramos que a la mujer, se le atribuye una debilidad mental fisiológica, esto es, una inteligencia inferior a la del varón.
La voz del intelecto femenino es hoy muy débil en comparación con el perverso irresoluble y ambiguo sexual varón, pero con esta debilidad sucede algo muy especialísimo; la voz del intelecto de la mujer apagada a través de los tiempos, no descansa hasta haberse logrado oír y siempre termina por conseguirlo, después de ser rechazada infinitas veces, siendo un punto en el cual podemos ser optimistas en cuanto al porvenir de la Humanidad.
En el camino hacia éste lejano fin, los fundamentos de la perversa civilización patriarcal, acabarán por ser abandonados, aunque las primeras tentativas del feminismo fracasen o demuestren ser insuficientes: A la larga nada podrá resistir a las razones del feminismo y el perverso patriarcado las contradice absolutamente.
Actualmente el perverso patriarcado tiene en el feminismo un enemigo declarado y al que no puede perdonarle el haber debilitado sus principios culturales: Perverso patriarcado que pretende “adaptarse” con sus hipócritas expresiones de “igualdad”, pero al obrar así se olvida cuan difíciles han sido los comienzos del feminismo y el escaso tiempo transcurrido desde el momento en que el intelecto de la mujer está capacitado para no aceptar la inferioridad que le impuso el varón; feminismo que se permite evolución y progreso sin contradicción, afianzando un “modelo” firme e inmutable de conocimiento, sobre lairresoluble perversión y ambigüedad sexual del varón.
Buenos Aires
Argentina
12 de marzo de 2014
Osvaldo Buscaya (Bya)
(Psicoanalítico)
Femeninologia
Lo femenino es el camino

femeninologia@yahoo.com.ar