Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

jueves, 16 de febrero de 2017

UN RECUERDO A FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE Y COMPAÑEROS

Cuántas veces he pensado qué habría hecho Félix siguiendo la línea que se rompió aquel día de marzo de 1980 en Alaska. Con cuántas nuevas aventuras nos habrían sorprendido él y su equipo. Millones de personas (de dentro y fuera de nuestras fronteras) descubrieron "otra dimensión" de los animales visionando sus programas. Félix no sólo trasmitió en ellos conocimientos técnicos e informaciones específicas; también trasmitió amor, dedicación, descubrimiento, respeto, ilusión y un sentido de la existencia. No nos perdíamos ningún episodio de "El hombre y la Tierra", ni una de sus apariciones en la pequeña pantalla. Félix nos dio motivos para soñar sin miedo  viviendo como vivíamos en un mundo lleno de restricciones costumbristas, políticas, económicas, sociales, educativas, filosóficas y religiosas. Félix nos mostró la dimensión del "otro", animal. Esa semilla germinó en un servidor siendo adolescente. Y en una "tierra" personal ya  naturalmente apta y preparada para albergar tales ideas, creció permitiéndome descubrir lo que en ciertas tradiciones llaman "Deva" o "alma motriz" de los seres vivos, especie de "software" directriz de animales y plantas. En algunas culturas opinan que el mundo vivo va más allá de lo que la biología dice dentro de nuestra convención cultural occidental  lógica, racionalista, científica y tecnológica. En determinados grupos humanos el mundo vivo también incluye la llamada por nosotros materia inerte.
Para pueblos originarios mesoamericanos como los mixes o los chatinos, por ejemplo, hay vida también en las cosas, en las rocas, en el suelo, en los ríos, en las montañas. Creo que Félix se aproximó a esa "vida" con otros ojos que los de la cara intentando hacernos ver a nosotros un poco más de lo que los ojos físicos captan. 
Noto algo especial, difícilmente explicable cuando mi mirada se cruza con la de mis amigos caballos, gatos, perros e incluso con la de animales que no forman parte de mi entorno cotidiano. Hay una dimensión  maravillosa y desconocida en los ojos de las especies a las que muchos humanos tildan de "inferiores". Para un servidor simplemente son diferentes. El pueblo mixe no sólo me habló de la "vida" de las rocas o los terrenos sino también de cuestiones de nahualismo poco entendibles desde nuestra convención occidental. Las gentes de esos pueblos ven en los animales una dimensión con la que pueden interactuar más allá de lo estrictamente biológico. El pueblo chatino del Pacífico  habla de la "tona" como el animal asociado a la vida del ser humano. 
Todos estos temas que tratamos dentro de la cultura no distan de nuestras propias concepciones de los animales que, aunque hablemos dentro de la ciencia biológica también forman parte del gran ámbito de la cultura ya que la llamada ciencia es un logro cultural más de un grupo humano en un espacio determinado y en un tiempo también propio.
En mi opinión, Félix percibió lo que hemos llamado con la etiqueta discursiva "Deva" penetrando en un mundo de "percepciones" no sensibles más allá de lo captado por cualquier sistema óptico, incluido  nuestro ojo. Y pienso que ese mundo lo llenó aportándole cosas que no nos llegó a decir porque en aquel momento no las habríamos entendido.
O simplemente amó a todos los seres"creados" tratando de ayudarnos a amarlos nosotros también a través de sus películas, sus palabras y él mismo.
Quedaron muy solas las sierras ibéricas cuando su cotidiano e ilustre visitante no volvió a ellas.
Gracias a Félix y a su equipo por todo.
Mis mejores deseos para él y sus dos compañeros, Teodoro y Alberto "allá" donde se encuentren.