Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

lunes, 9 de enero de 2012

PERSONAS Y EXPERIENCIAS (I)/ People and Experiences: Entrevista/Interview con Ángel Alcalá Malavé.

(Historias de vida, encuentros, entrevistas, opiniones)

Por:  A. J. Aparicio Mena.

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Unas palabras previas.

Inauguramos un espacio de entrevistas, relatos/referencias de experiencia, historias de vida y comunicaciones en torno a la vivencia/las vivencias del bienestar, entendido éste como un contexto experiencial amplio capaz de tomar formas muy diversas en la comunicación. Una de esas formas nos la trae nuestro invitado a través de la entrevista que más abajo reproducimos.


(Ángel Alcalá Malavé. Foto cedida por el autor)

Empezamos el espacio con alguien a quien admiro y respeto desde que lo conocí; no sólo por su formación amplia y variada (dentro y fuera de la Academia) o por sus libros, ejemplo de orfebrería literaria; también por su sinceridad y calidad como ser humano, afable, tranquilo y buen conversador:

ÁNGEL ALCALÁ MALAVÉ, nacido en Málaga en 1968. Licenciado en periodismo por la Universidad de Navarra en 1992. Diplomado en Espagiria (alquimia vegetal) por la Madrasa de Granada en el 2001. Diplomado en homeopatía por la Academia Europea de Naturopatía (homologada por la Universidad de Cambridge) en el 2006. Vivió en el Perú desde 1993 a 1997, el primer año como profesor de Filosofía de la Comunicación y Opinión Pública, y después, como periodista para diversos medios peruanos, latinomaricanos y españoles. En 1995 cubró la guerra Perú-Ecuador.

Tiene publicados los siguientes libros:

1.-"España o la conciencia maltratada" (editorial Algazara, 1997), un ensayo sobre los siete mitos del inconsciente colectivo español y su reflejo en Latinoamérica: don Juan, picaresca, quijotismo, flamenco (fatalidad), esperpento, toreo y mística.
2.-"Mitología inconsciente de Pablo Picasso (carta astral)" (Harper Collins, 2004). Se proyecta nueva edición en otra editorial aún no firmada. Ensayo del laberinto mítico del pintor malagueño, traumas y conflictos del inconsciente reflejados en su obra pictórica.
3.-"Catasterismos" (autoedición): ensayo de teoría literaria en la que se estudia la obra del laureado escritor Antonio Soler a través de su laberinto mítico, y cómo se reflejan estos arquetipos psicológicos en todos los personajes de sus novelas.
4.-"Huancabamba y los secretos de la luna" (Editorial El Andén, 2008), novela ambientada en el mundo del chamanismo de la región de Huancabamba, entorno mítico donde reflexiona sobre la identidad, el destino, el tiempo, la visión que un indio tiene de España, las máscaras y las apariencias.
5.-"Origen alquímico de la homeopatía y terapia floral: de Egipto a Platón, de al-Ándalus a Edward Bach" (editorial Bubok, 2011), próxima edición en editorial Almuzara. Ensayo sobre la historia de la alquimia vegetal o alquimia de plantas medicinales, cómo se fue transmitiendo secretamente -herméticamente- de Egipto a los grandes filósofos griegos, la Escuela de Alejandría, el Imperio Bizantino, los sabeos de Harran, los sabios místicos del Islam, y la España andalusí, donde se reseñan las obras de más de cien autores de la talla de Averroes, Maimónides, Avempace, Ibn Tufayl...Este era el eslabón de la alquimia que faltaba por investigar. A partir de ahí, está estudiada ya su transmisión a Europa: Santo Tomás, Roger Bacon, Arnau de Vilanova, Ramon Llul, hasta llegar al médico y alquimista suizo Paracelso, en quien se basaría el fundador de la homeopatía Samuel Hahnemann; y en éste, el creador de la terapia floral: Edward Bach.


(p) Estimado Ángel, en primer lugar, ¿dónde sitúas al ser humano en el contexto amplio de la naturaleza?

-Toda la creación es obra divina, y está jerarquizada según la teoría de las emanaciones expuesta sabiamente por Platón y, sobre todo, por los neoplatónicos, así como Aristóteles, quien llegó a señalar 55 esferas o escalas de los seres. Desde el Uno, Causa Primera, Dios, se va coagulando todo el espíritu universal a través de la diversidad de la creación percibida por los ojos humanos. Desde el Creador a una piedra, todo está transido de espíritu (de hecho, la alquimia sostiene que todos los minerales están llamados a ser oro un día). Pero el hombre está llamado a ser dueño, rey y señor de la Naturaleza, porque al poseer conciencia de sí, está en una dimensión superior a los elementales -primera dimensión-, y los vegetales y animales -segunda dimensión-. Gobernando sus elementos dentro de sí, transmutando su ser instintivo, su piedra, puede llegar a superar incluso esa tercera dimensión y entrar en contacto con las dimensiones superiores donde habitan seres más puros, como los ángeles u otros seres también estudiados por ejemplo también por la Cábala: querubines, serafines, etcétera. El hombre, por lo tanto, tiene una naturaleza en potencia -la condición humana-, y otra en acto: llegar a transmutarse en piedra filosofal, es decir, en ser realizado en la llama de la divinidad que duerme dentro de su conciencia, si la despierta y expande en un trabajo interior llamado por la mitlogía "las pruebas del laberinto".


(p)¿Cómo se articula, en tu opinión, la relación del ser humano con su entorno (natural, social, cultural)?

-Esta pregunta requeriría de mucho espacio, pero tratando de ser lo más escueto posible, vemos que el ser que no despierta esa conciencia superior, en general instrumentaliza en mayor o menor grado su entorno para su provecho sin importales las consecuencias que tengan sus actos para las generaciones futuras. A veces, esa conciencia superior se halla latente en los mitos y códigos de concuta de etnias o pueblos que aún no han sido desacralizados por la brutalidad mecanicista contemporánea, o en hombres adscritos a religiones tradicionales que le recomiendan un código de rectitud que vibre acorde con la ley de armonía y equilibrio que rige el Universo, como su columna vertebral.
Quienes despiertan su conciencia de criatura sagrada porque quieren dominarse a sí mismos -de "dóminus", el señor- comprenden que su entorno natural es su casa, y que han de cuidarla con mimo como hacen con la vivienda en la que habitan. Y que su entorno social es el lugar de expansión y desarrollo de sus potencialidades, desde el servicio a la comunidad donde viven, sin menoscabo alguno de su plenitud como individuo. Y que su entorno cultural moldeará su psiquismo y le ayudará a identificarse con unos valores propios que nunca han de menospreciar los ajenos, y que han de armonizarse con los valores universales inscritos en las leyes que rigen todas las religiones o todos los códigos éticos de conducta cívica. Cuando ese hombre comprenda que ha de crecer, superará pautas culturales propias que le ataban e impedían su plenitud, y reforzará otras que le permitirán comulgar con un entorno que simbólicamente hace de gran familia o tribu, desde donde entrará en contacto con otras que siempre le enriquecerán, siempre...y la ayudarán a ser tolerante, compasivo, abierto, flexible, sin renunciar a sus legítimas convicciones.


(p) Dentro de esa relación, ¿qué es para ti el bienestar?

-El bienestar sería entrar en esos tres entornos y sentirte integrado, y con potencialidades para tu desarrollo, plenitud y reconocimiento, consciente de que en todo conflicto se halla una lección por aprender, y que el Gran Escultor del Universo quiere moldea tu piedra, tu barro, para pulirte hasta convertirte en una obra de arte.

(p) ¿Qué es para ti lo que denominamos como “enfermedad”?

-La enfermedad es precisamente una advertencia sobre lecciones que tu alma debe aprender, y que aún no integra en tu patrón de crecimiento. Comienza en lo más superior -el espíritu-, y como una fuente, va coagulándose en el alma, la mente, las emociones y finalmente el cuerpo. Actuar sobre éste es insuficiente, porque sólo palia el efecto, nunca la causa que la ha provocado. Por eso la alquimia -ya desde Sócrates, maestro de Platón, también alquimista como se comprueba en su "Timeo" tan escasamente entendido-, ha afirmado siempre que somos conciencia, alma y cuerpo, y que el remedio medicinal ha de sanar desde la fuente, ayudando a la persona a hacer consciente el conflicto que aún no reconoce y duerme en las aguas del inconsciente a la espera de ser redimido por el espíritu y la conciencia del paciente. En suma: la enfermedad refleja aquello que no se halla en equilibrio en nuestra alma, y en ese sentido, es una magnífica prueba de transformación interior hacia el crecimiento.


(p) En el mundo de la física como ciencia hay cada vez más controversia entre los estudiosos, interesados, investigadores, etc., de la física newtoniana, determinista, macroscópica y los seguidores de la física que estudia las partículas subatómicas. En el momento actual existe un interés creciente a todos los niveles alrededor de la física cuántica. ¿Crees que la “realidad” se puede describir desde modelos newtonianos y cuánticos al mismo tiempo? ¿Opinas que, como bastantes físicos apuntan, en realidad no existe la materia como la conocemos sino como una determinada apreciación de campos de partículas "infinitamente" pequeñas dentro de un “todo” compuesto y hecho de esa misma “materia” a la que hace miles de años ya los asiáticos denominaron “QI”?

-Isaac Newton fue alquimista, pero la ciencia moderna ha despojado de mística a la Física, la ha desacralizado, ya desde Descartes. El propio Newton afirmó en su libro "De la mecánica de los cuerpos celestes" que nadie podía discutir la influencia del Cielo sobre la Tierra y los hombres, sólo los ignorantes que opinan sin haberlo estudiado. Otra cosa sería la interpretación que se hace de la obra de Newton, sin entender que en tanto que alquimista, veía la unidad de todo lo creado, como ramas pertenecientes a un mismo tronco.
Dicho esto, eso que los chinos llaman el Qi, los hindúes el prana, y los árabes el ruh, en la alquimia se ha denominado siempre el spíritus mundi, que está presente en todo el universo, desde la materia más densa y oscura, hasta la más pura y sutil. Y por eso el universo habita en un átomo -como dijo Demócrito, también alquimista-, y hoy en día los aceleradores de partículas pueden transformar plomo en oro, pero a un precio desorbitado. Desde la diversidad de lo múltiple, podemos ascender en la escala de las jerarquías del universo hasta llegar a lo Uno, Dios o Causa Primera. Sólo el alquimista que lo lograba podía efectivamente transmutar el plomo en oro, porque previamente había realizado esa alquimia en su templo interior. Cuántos sopladores perdieron su tiempo y sus dineros en operaciones costosísimas que no conducían más que a la pétrea confusión, o a perderse en los vapores de la fascinación, o el endiosamiento, hasta caer de las nubes como Ícaro en su vuelo.


(p) ¿Crees que las culturas tradicionales de los pueblos, herederas de tradiciones mucho más antiguas, tienen alguna relación con lo que los físicos de partículas actuales están explicando sobre la naturaleza de las cosas?

-No todas las culturas tradicionales son herederas de esa sabiduría antigua, no hemos de mitificarlas, pues no pocas de ellas no escapan de las sombras de su estado más instintivo. Pero otras muchas que comulgan con su entorno desde las claves antes explicadas, demuestran que sus padres originarios y míticos les legaron un conjunto de saberes encerrados en las claves simbólicas de los mitos, o en rituales de conexión con lo sagrado, o en códigos de conducta ancestral que el tiempo ha ido deteriorando a veces, del mismo modo que la lluvia que cae a la tierra y se embarra pierde su pureza original. En Huancabamba, precisamente, pude comprobar todo esto. Pero en otras partes del mundo, diversas y distantes entre sí, también existen estas evidencias, pues como afirmé antes, estas culturas mantienen afortunadamente un concepto sacralizado del mundo.


(p) ¿Qué papel juega, para ti, la comunicación y el discurso en la “creación de la realidad”?

-Sin comunicación no es posible compartir en común la realidad percibida, y de hecho, com-unicación es una palabra que revela este "poner en común". Pero una cosa es compartir unas mismas percepciones de la realidad, y otra es que en estados alterados de consciencia se perciban otras invisibles a los ojos humanos en conciencia normal....que sí comparten quienes alcanzan esas visiones. Y una cosa es la realidad diaria, y otra, la que nos quieren implantar los mandatarios -visibles o invisibles, que ésa es otra- para crearnos una realidad desde la cual dirigirnos a su antojo, como esclavos que nutren su sed de poder...Y una cosa es vivir la experiencia de lo sagrado desde la heterodoxia -pero con arreglo a unas leyes universales con las que comulgan todas las tradiciones llamadas "esotéricas" de la Tierra-, y otra muy distinta es crear un mundo de fantasía con alguna base real, que termina siendo una realidad paralela para quienes creen en esas redes. En el mundo del chamanismo hemos asistido a esta realidad aparte de todas las tradiciones de la Tierra, y en la que han terminado creyendo generaciones enteras de personas de todas las razas y culturas. Sobre todo en Occidente, donde el hombre desacralizado tiene en su inconsciente una enorme sed de experimentar lo sagrado. ¡Cuántos falsos maestros, falsos gurús, y buenos escritores se han aprovechado de esto!


(p) Notables científicos como Karl Pribram, David Bohm o Bruce H. Lipton han dado una vuelta a los “conocimientos” convencionales sobre el ser humano y la realidad señalando que la materia como la describimos en la ciencia convencional es una apreciación difícil de objetivar. Los antropólogos, al menos algunos, añadimos que imposible de objetivar. Es una creación en el discurso.¿Por qué entonces no dominamos el arte de “curarnos” a nosotros mismos cuando es necesario?, ¿Por qué envejecemos?, ¿por qué tenemos miedo?

-Estoy de acuerdo, pero añado: sólo podremos objetivar desde lo universal de la condición humana. Por no salirnos del tema de la salud. Muchos enemigos de la actual homeopatía sostienen, desde la profunda ignorancia, que cura por efecto placebo. Los animales se curan con homeopatía y no pueden crear ese efecto placebo. Un vaso de agua tomado a conciencia tampoco cura. Pero las dosis infinitesimales activan la memoria genética del hombre, eso que en alquimia se denomina el "sahu", el molde en torno al cual se coagula la materia cuando se unen un óvulo y un espermatozoide. Y las diluciones son vibraciones que, por ley de lo símil, actúan en los planos psíquicos, energéticos y por tanto físicos. Y todo eso responde a algo que Pitágoras -también alquimista- expresó al afirmar que el universo es una vibración que puede expresarse en un número. El microcosmos también.
NO dominamos el arte de "curarnos" a nosotros mismos porque no somos dueños, reyes y señores de nuestra naturaleza...dominando el fuego de la rabia, los instintos primarios, la violencia o el sexo descontrolado; dominando el agua de las emociones como un capitán que con su timón gobierna su barco en medio de la tempestad; dominando el aire y su plano mental con ideas sanas y positivas; dominando la tierra y el ansia de poder y gloria terrena...Envejecemos porque es un proceso necesario para que el alma siga su cadena de encarnaciones hasta lograr salir de este laberinto, pero hemos de envejecer con sabiduría, amor, jovialidad, riqueza interior...¿por qué tenemos miedo? Porque nos falta fe para saber que todo esto es posible, y vernos y reconocernos en el espejo de aquellos hombres sabios que en el pasado lo han demostrado, en cada cultura u religión de todas las esquinas del mundo.


(p) ¿Crees que el estado interior y mental tienen “poder” o “capacidad” para contrarrestar nuestros estados de alteración?

-Por supuesto, me remito al punto anterior. La paz mental conlleva la paz celular, y por consiguiente, la salud.


(p) ¿Por qué crees que en último extremo, mucha gente deja de fiarse de los “correctores sutiles” demandando la atención absolutamente material?

-Por miedo, por falta de valor, de serenidad, de no sentirse heréticos ante la tribu, por necesidad de sentirse aceptado por ellos...Por no aceptar que somos espíritu con un alma encerrado en una materia que es el cuerpo.

(p) En la línea de lo que hablamos, puedes comentar o expresar cuantas ideas estimes interesantes para aclarar lo dicho.

-Lo único que se me ocurre añadir es eso que ya Sócrates mantuvo como lema, efectuando ese giro moral en la filosofía griega: Conócete a ti mismo. Dice el sabio Corán: "Conócete a ti mismo, y conocerás a tu Señor"...y también afirma ahí "morid antes de morir".
Está en crisis quien no quiere asumir todo esto, sin dejar de ver la gravedad de estos momentos de cambios necesarios y positivos a la larga. Está muriendo no sólo una era, sino un ciclo cósmico, que afirmaban los mayas. Que muera con él todo lo que no nos ayuda a crecer en las más hermosas virtudes humanas: compasión, generosidad, amor, servicio.


Muchas gracias por expresar tu opinión.