Los seres humanos creamos culturas. Observamos, pensamos, imaginamos, obramos, comunicamos nuestras experiencias... Somos variados. Construimos nuestra "realidad". Fabricamos opiniones y maneras distintas de narrar nuestras vivencias. Este espacio expone estudios y trabajos del campo de la antropología del bienestar y la salud así como de la antropología de la naturaleza, sus componentes y sus leyes mostrando diversas concepciones y acciones que en esos terrenos se pueden dar y llevar a cabo en las culturas y sociedades del mundo.

Foto: "Águila peleando con serpiente". Tatuaje clásico del artista: Alvar Mena (La barbería tatuajes. Salamanca)

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SEGUNDA ETAPA

jueves, 21 de junio de 2012

FEMENINOLOGÍA; ciencia de lo femenino (nota nº 31)


Oswaldo Buscaya*

Postulado: la irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del
Las fuertes resistencias contra lo femenino no serían de índole intelectual,
sino que proceden de fuentes afectivas; la irresoluble perversión nodonde lo masculino sigue siendo la ley.
sublimada y ambigüedad sexual del varón que posee la decisión final en
éste esquema,
(Oswaldo Buscaya)
Femeninologia

Nota (31)
La minuciosidad conque el patriarcado expone todo lo referente al pasado y
presente de su civilización, ha de invitarnos a esclarecer su relación con el
delirio del varón y a precisar su significado e importancia dentro del
conjunto de sucesos que la historia de lo humano nos ofrece. Tal historia de
lo humano obedece a motivos que el varón mismo desconocería en un
principio y sólo más tarde lograría hallar, motivos que psicoanalíticamente
calificamos de “inconscientes”. Estas circunstancias constituyen un fiel
reflejo de la realidad, pues ni siquiera es necesario hallarse presa de un
delirio para obrar el varón en su irresoluble perversión y ambigüedad. Constituye, en efecto, para el macho un hecho habitual y normal no
sexual
engañarse sobre los motivos de los propios actos y no percatarse de los
mismos sino a posteriori en aquellos casos en que un conflicto entre las
corrientes de su hipócrita ética y moral facilita su “confusión” en el
sometimiento de la castrada – mujer, el femicidio, el proxenistismo, la
pedofilia, el abuso sexual, etc.
Así, pues, el historial del patriarcado no obedece desde el primate, sino a
una tendencia “favorecedora” de su irresoluble perversión y ambigüedad, que él lleva en todo su planteamiento “progresista” de “igualdad”,
sexual
para continuar así satisfaciendo su dominio sobre lo femenino. En éste
“historial” del predominio del macho se evidencia la facilidad con que su
“cadena” de pensamientos se decide a aceptar su irresoluble perversión y, cuando tal aceptación satisface a sentimientos
ambigüedad sexual
saturados de su temor a la castración y el horror y el desprecio hacia lo
castrado femenino.
No nos debería sorprender, aunque en general se lo encubra con preceptos
y normativas del clásico enredo leguleyo del patriarcado, la facilidad con la
que quienes, se consideran de gran inteligencia, muestran bajo tales
constelaciones psicológicas, reacciones propias de una suerte de
incapacidad mental, admitiendo el carácter inferior de las mujeres y su
condición de mero objeto – esclava sexual en Oriente y Occidente.
Esa idea patriarcal excesivamente elevada de sí mismo, oculta los procesos
mentales dependientes de motivos inconscientes o reprimidos. Es
asombroso, pero típico del varón, la cantidad de tonterías que de éste
modo descubrimos en la “legalidad” impuesta por el varón. La rígida
imposición de la horda primordial, que tanto apoyo encuentra en el orden
de la civilización patriarcal, no sólo no ha desaparecido, sino que se
encuentra firme y adaptada entre las clases “superiores” y “cultivadas” que
se ha hecho accesible a nuestra Ciencia de lo femenino (Femeninologia) en
el sentido que el patriarcado “sabe” en su formación inconsciente todo
aquello que en lo consciente “ignora” y determina con acierto en lo
inconsciente lo que en lo consciente “equivoca” en su paranoico delirio.
Mis afirmaciones, han tenido que parecer extrañas, sin duda alguna, con la
sospecha que atribuimos al obrar del patriarcado, un sentido que sólo
existiría en nuestra imaginación. Sin embargo se desvanece la sospecha en
la utilización metodológica del patriarcado; oscura y de doble sentido de su
ética, y, moral desde el origen de la civilización, que en el presente y en la
Argentina un parlamento Nacional lo ejemplifica en el tratamiento de una
Ley de trata. El “parlamento patriarcal”, no tiene en cuenta más que uno
sólo de los sentidos en que la Ley puede interpretarse; pero el feminismo
descubre el otro. Así, cuando oye el reclamo femenino, exclama “ya
sabemos de que se trata” y la mujer tiene que preguntarse cómo es eso
posible, ya que nunca antes, en milenios, se habían pronunciado. Lo
femenino tendría que dar a esta hipócrita conducta, el sentido que
realmente tiene en lo inconsciente del varón; esto es, el de un
reconocimiento de su irresoluble perversión y ambigüedad sexual, donde el
patriarcado “pretende” ignorar su alcance en relación de su conducta
paranoica. Pero lo femenino, nos daría realmente la traducción a la verdad
consciente que representa el varón que constituye un triunfo del
“equivoco” el poder expresar la verdad y delirio paranoico por medio de
una sola forma expresiva; la irresoluble perversión y ambigüedad sexual del
Llenas de tales “equívocos”, está la “normativa” “legal” de la civilización
patriarcal, en las que fundamenta la situación femenina, al mismo tiempo
que procura en su contradictoria ética y moral, el aplicarla sobre la mujer
para desembarazarse de su “inoportuna” presencia, en el contexto de lo
“humano”; legalidad que en realidad va dirigida a los varones que, a la
inferior condición de la mujer. Desde la transmisión oral, escrita y actual,
ese doble sentido del Estado de Derecho se basa en el “simbolismo”, que ya
encontramos en el origen de la rebelión en la horda primordial; es decir, la
equivalencia del Totemismo y el Tabú, con el desprecio a la castrada y con
el proceso edípico “olvidado”. Hace largo tiempo, que la mujer se ha
“acostumbrado” a estar sometida y para lo femenino es muy “apropiado”,
recibir aquello que el macho se digne ofrecerle; es una realidad “discursiva”
que se transparenta directamente en las acciones del patriarca.

*Psicoanalítico
Buenos Aires
Argentina
13 de junio de 2012
Femeninologia
Lo femenino es el camino
femeninologia@yahoo.com.ar